lunes, 25 de abril de 2011

Manifestación repudio al Embajador de Chile el 26 a las 19 Horas

La "Asoc. De Amistad Hispano Chilena Winnipeg", conjuntamente con la "Asoc. Vileta Parra" convocan a una
 
NUEVA FUNA A ROMERO
Martes, 26 de abril a las 19:00
Lugar:c/ LAGASCA 88, EMBAJADA DE CHILE EN ESPAÑA


El gobierno de Sebastián Piñera ha roto su palabra y cruzado el umbral de la decencia. Ha nombrado como embajador, con el consentimiento del gobierno de España, a quien fuese durante más de un lustro viceministro de Agricultura de Pinochet y público defensor del criminal dictador hasta el final de sus días, Sergio Romero Pizarro.
Hombre comprometido con la violación de los derechos humanos, los crímenes de lesa humanidad y la protección de torturadores. Defendió, siendo senador, a más datos, presidente del senado y vicepresidente del Partido Renovación Nacional, hasta el último momento a Paul Schäfer, nazi director de Colonia Dignidad, uno de los centros de tortura más temidos. para su vergüenza, Schäfer acabaría acusado y condenado por pederasta, demostrándose que en Colonia Dignidad se asesinó, violó e hizo desaparecer a decenas de ciudadanos durante los años negros del pinochetismo. Pero el actual embajador, se vanagloria de ello, diciendo que no oculta su currículum. Se siente protegido por el gobierno chileno y por el gobierno de España. Se jacta de poseer la Orden de Isabel la Católica como seña de su buena relación con el Reino y la Corona. Su hoja de servicios no es bicoca.
En los años de la Unidad Popular fue presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, organización patronal que mantuvo una actitud beligerante contra el gobierno de Salvador Allende. Fue vicepresidente de Radio Nacional de agricultura, emisora que se plegó al golpe y la desestabilización. Su expediente no atisba ni un ápice de cultura democrática. Por el contrario, todas y cada una de sus acciones han ido en sentido contrario. Por ello, su nombramiento, es un insulto a las víctimas y una falta de respeto a todos los chilenos que han luchado por la restauración de la democracia y las libertades.
Sebastián Piñera debe rectificar y el gobierno de España retirarle el plácet. No sería un hecho extraordinario. Los dos embajadores de Chile en Argentina y Brasil se han visto obligados a renunciar por tener las manos manchadas de sangre y los países anfitriones negarles su plácet. Es cuestión de dignidad, memoria histórica y justicia.
Escrito por  (*) Francisco José Pérez Esteban, Secretario de Derechos Humanos y Solidaridad de IU y Marcos Roitman Rosenmann, Sociólogo y profesor de la U. Complutense de Madrid

domingo, 24 de abril de 2011

Agrupaciones de DD.HH catalogan como escandaloso el dictamen de Corte Suprema contra 5 ex militares

Publicado por Solange Garrido | La Información es de Mario Rosende •  874 visitas
Imagen:Mireya García | pschile.cl
Imagen: Mireya García | pschile.cl

Agrupaciones de Derechos Humanos catalogaron como escandaloso el dictamen de la Corte Suprema que permitirá a cinco ex militares, acusados de matar a nueve opositores a la dictadura, cumplir sus penas en libertad. 

Con impotencia reaccionaron los familiares de víctimas de violaciones de los derechos humanos durante la Dictadura Militar, luego de conocer el dictamen de la Corte Suprema contra cinco ex militares, que mataron a nueve opositores de Augusto Pinochet. 
Esto, luego de la determinación que les permitirá cumplir sus penas, bajo el régimen de libertad vigilada.
Para la vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, la decisión de la justicia es una burla para las víctimas y la consideró una incongruencia del Poder Judicial.
En tanto, el diputado del PC, Hugo Gutierrez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, indicó que las sanciones judiciales no tiene relación con la gravedad de los hechos.

Los militares en retiro Ángel Custodio, Sergio Arredondo González, fueron condenados a 5 años de cárcel remitidos, mientras que Francisco Pérez Egert, Leonardo Quilodrán Burgos y Daniel Walker Ramos, recibieron una sentencia de 4 años, bajo el régimen de libertad vigilada.
Además, el máximo tribunal determinó que tres de los condenados deberán indemnizar con 30 millones de pesos a cada una de las familias de las víctimas.

biobiochile

martes, 19 de abril de 2011

19 de abril - Marsellesa socialista - Allende

lunes, 18 de abril de 2011

Arauco abril 2011

Arauco abril 2011

EL ANÁLISIS SEMANAL DE PRIMERA PIEDRA 1 (Nº 409 del 18 de abril de 2011)

Primera Piedra nº 409 18/04/11

sábado, 16 de abril de 2011

El Ciudadano 97- Juicio al Golpe, Salvador Allende no se suicidó

Día Internacional contra la esclavitud infantil

Hoy es el Día Internacional contra la esclavitud infantil esclavitud que existe en todo los continentes, e incluso en países "desarrollados".

El 20 de noviembre de 1959 la Asamblea general de Naciones Unidas adopto  Declaración de los Derechos del Niño.
Suscrita por todos los estados, salvo Estados Unidos y Somalia

Chile ratificó en 1990 la  Convención sobre los Derechos del Niño (español)
 junto a 193 estados, no la han ratificado EE.UU y Somalia.




jueves, 14 de abril de 2011

Por la reconquista del Partido para una política socialista - Manuel Almeyda

   En un período de profunda crisis económica mundial y además nacional, por la caída del precio y producción del salitre, con nefastas repercusiones sociales de cesantía, miseria y de conflictos sociales, y de la no menos convulsionada coyuntura política de entonces nace el Partido Socialista de Chile.

   A raíz de la crisis del régimen parlamentario que estalla con la doble intervención militar durante el período presidencial de Arturo Alessandri, del abortado gobierno de Emiliano Figueroa, de la dictadura de Carlos Ibáñez y de la caída del impotente gobierno del jurista Juan Esteban Montero, por la presión militar liderada por el coronel Marmaduque Grove, se instala la República Socialista que en solo doce días dio muestras de su compromiso político con el pueblo, de su voluntad democratizadora y de reforma del régimen económico-social imperante.

   El respaldo de entonces a las ideas socialistas, sustentadas por diversas agrupaciones políticas, se manifestó claramente en el gran apoyo popular y de los trabajadores organizados que concitó la candidatura presidencial de Grove, que superó la de algunos partidos tradicionales, aunque fue derrotado por Arturo Alessandri que iniciaría su segundo gobierno, no ya de reformas claramente progresistas, como el de su anterior período, sino que abiertamente reaccionario.

   Estaban entonces dadas las circunstancias políticas y sociales para la creación del PS que aparecía como la instancia capaz de conducir la acción política en defensa de los intereses de los trabajadores manuales e intelectuales, de los estudiantes y del pueblo en general.

   La dirigencia del partido recayó en quienes participaron en la República Socialista y fue ahora liderada por Oscar Schnake, Grove y Carlos Alberto Martínez. Era el 19 de Abril de 1933. Seis meses después en su primer Congreso, el Partido se definía marxista, aprobaba su primer programa y elegía su primer Comité Central y su Secretario General: Oscar Schnake.

   Ya a poco andar, de su abigarrada trayectoria de casi ochenta años, el PS hasta nuestros días ha sido tal vez el partido que más expectativas, frustraciones, éxitos y fracasos ha dejado escritos para la historia política del país.

   Para enfrentar la contingencia política sus decisiones y conductas no solo han dependido de las urgencias y oportunidades objetivas de la coyuntura, sino que también de los avatares de la política internacional y a veces muy gravitantemente de las tendencias ideológico-políticas dominantes al interior del Partido.

   Es así como hemos asistido al ensimismamiento paralizante, a alianzas con partidos de izquierda o solo marxistas o con partidos de centro e incluso con cualquiera que estuviera dispuesto a luchar por la democracia.

   El análisis de los éxitos o fracasos políticos para el país y de los efectos al interior del partido desde su fortalecimiento orgánico, prestigio y gran apoyo popular hasta la inoperancia, la debacle electoral, la sangría por motivaciones políticas o solo personalistas e incluso las divisiones como las cooptaciones con fuerzas afines, han sido
tarea para historiadores y sociólogos y muy útiles para la política y no tanto para los políticos.

   Hoy día se dan condiciones favorables para comprender que muchas veces el empecinamiento en posiciones más reformistas o porfiadamente “ideológicas”, causaron daño al partido y no se tradujeron, cualquiera que fuera la dominante, en políticas siempre acertadas para los trabajadores y las clases postergadas del país.

   El Partido desde la recuperación de la democracia, integrando la Concertación, ha sido gobierno durante dos décadas sumido en el estilo de capitalismo neoliberal que domina gran parte del mundo occidental desarrollado y que desde los años cincuenta en todos los países oscila entre opciones más derechistas o izquierdistas demostrando la incompetencia del sistema para enfrentar con eficacia persistente las carencias ideológicas, éticas, económicas y políticas del sistema. 

   La tarea fundamental del Partido, precisamente por esas incompetencias, es abrirle paso a uno más justo y solidario de carácter socialista que asegure progreso sostenido.

   En esta posición, que implica la superación del capitalismo, están con variantes, no incompatibles, diversas fuerzas políticas, dentro y fuera de la Concertación.

   No es realista ahora conseguir propósitos de esa naturaleza que no sea por causes democráticos por lo que el acuerdo primordial de las fuerzas progresistas es el de lograr el perfeccionamiento del sistema electoral de tal modo que permita en el parlamento, la representación proporcional de todas las fuerzas políticas y el de la participación directa de la ciudadanía en cada vez más temas y decisiones que le atingen directamente.

   Sin estos logros so será fácil inclinar la balanza del sistema imperante hacia posiciones y conquistas progresivas de izquierda que, aunque justas, no terminen por detener y deteriorar el progreso logrado. Estamos asistiendo hace rato al fracaso o parálisis del llamado estado de bienestar y a su reemplazo por gobiernos de derecha que obligan al trabajo a producir más plusvalía y a los trabajadores, por lo tanto, a disminuir su calidad de vida y esperanza de superación.

   El Partido debe tomar conciencia de este incesante columpiarse entre posiciones antagónicas a que somete el sistema capitalista en vigencia y que incluso a veces se interrumpe provocando crisis profundas, periódicas y cada vez más frecuentes cuya solución siempre descansa proporcionalmente más sobre los hombros de los que no las provocaron: los trabajadores.

   Persistir en las mismas andanzas es la diabólica dinámica del sistema. Dejar de volver al columpio o bajarnos de él, es la tarea nuestra.


No es fácil, pero hay que comenzar, al menos:

-          Recuperando el prestigio de cada uno de los partidos de la Concertación y del conglomerado en su conjunto: saneando la vida interna de cada uno, y restableciendo la disciplina, y cumpliendo entre los partidos los compromisos acordados y realizando una oposición concertada, firme, responsable y propositiva, no privilegiando las escaramuzas inconsistentes, como a menudo ocurre, con el afán de protagonismo personal que desprestigia la política.

-          Impartiendo educación política en la comunidad, empezando por los jóvenes, los trabajadores y por quienes participan en organizaciones civiles humanitarias y ambientalistas, para involucrarlos activamente en los destinos del país. En suma hacer de todos los potencialmente progresistas, agentes políticamente revolucionarios.

-          Logrando ampliar la Concertación con fuerzas de izquierda democrática o al menos concordando con estos acuerdos políticos que permitan construir un conglomerado o meramente un pacto electoral capaz de arrebatarle el poder a la derecha, abriendo así el camino para un gobierno dispuesto a promover cambios políticos substanciales.

   Éstas, por supuesto, son solo algunas propuestas, pero fundamentales para esta magna tarea.

   Ojalá en nuestro Congreso Eugenio González Rojas, su inspirado pensamiento ideológico vuelva a cautivar la conciencia de los socialistas y la inquebrantable voluntad de Salvador Allende por hacerlo realidad, lo haga suyo el Partido.  




Manuel Almeyda M.

miércoles, 13 de abril de 2011

El voto de los chilenos desde el exterior se inserta en la necesidad de una legislación que aborde todos los lastres que arrastra nuestra democracia.

por Mario Fernández - 12/04/2011 - LA TERCERA
ACTUALMENTE, los ciudadanos chilenos que se encuentran en el extranjero tienen derecho a voto, sólo que no pueden ejercerlo. Y no pueden hacerlo porque el Estado chileno no lo permite. Ese es el verdadero problema.

Por eso es que el debate público sobre esta materia se torna absurdo, porque está basado en un equívoco y los argumentos se refieren a tal equívoco. Quizás ahí reside la dificultad para arribar a un acuerdo legislativo sobre el tema.

Desde luego, residir en el extranjero no se encuentra entre las situaciones previstas por la Constitución para suspender el derecho de sufragio y para perder la calidad de ciudadano. Tampoco la ley señala expresamente tal impedimento. Para estar en posesión de aquel derecho sólo se requiere tener 18 años de edad y no haber sido condenado a pena aflictiva. ¿Qué ocurre entonces?
Que los chilenos que están en el extranjero no tienen dónde votar. Y tampoco pueden cumplir con el requisito, ahora en plena retirada, de inscribirse en los Registros Electorales. ¿Podría haberse superado este escollo?

Sí, e incluso mediante la legislación vigente, a través de una decisión administrativa. Bastaría que el director del Servicio Electoral, en virtud del artículo 13 de la ley N° 18.556, dispusiera la creación de Juntas Inscriptoras en cada consulado de Chile, debido a que "las distancias excesivas" con la sede comunal lo hacen aconsejable. Huelga agregar que los consulados son extensión del territorio nacional y, por lo tanto, sede de la actividad administrativa del Estado. Pero no se trata de buscar "soluciones parche". 

El desafío es de otra entidad. El voto de los chilenos desde el exterior se inserta en la necesidad de una legislación electoral integral que aborde, de una vez por todas, todos los lastres que en esa materia arrastra nuestra democracia. 

En efecto, debiera intentarse regular la voluntariedad del voto ya establecido en el artículo 15 de la Constitución, la forma de distribución geográfica de los electores a partir de la inscripción automática y el voto desde el extranjero, no sólo para elegir al Presidente de la República, sino parlamentarios, alcaldes y concejales. Y además -ojalá- abordar la reforma del sistema electoral binominal para elegir a los miembros de ambas Cámaras del Congreso Nacional.

Porque los sistemas electorales son eso, sistemas, de modo que sus componentes deben ser coherentes entre sí. De lo contrario, se van superponiendo normas dictadas al calor de cada problema, con las consecuencias nefastas para la madurez de nuestra democracia y para la motivación cívica de los ciudadanos.

Impedir que los ciudadanos chilenos voten en el exterior es grave, pues lesiona derechos fundamentales de las personas. No sólo el derecho a sufragio, sino el derecho a la igualdad ante la ley, consagrado en el número 2° del artículo 19 de la Constitución. Además, esta omisión genera debates insólitos en un mundo globalizado, como la necesidad de un     vínculo con el país para votar en el extranjero. Si para tener derecho a sufragio hay que ser ciudadano, y para ser ciudadano hay que ser chileno, ¿qué mayor vínculo con Chile se puede pedir que ser chileno?  

Con el voto voluntario, la inscripción automática y el voto desde el exterior, tendremos, finalmente, voto universal.

Fuente La Tercera

Monumento a José Toha

image

MONUMENTO A JOSÉ TOHÁ ES UN HOMENAJE A SU CALIDAD HUMANA, A LA AMPLITUD DE SU MIRADA Y A SU PERMANENTE DISPOSICIÓN AL DIÁLOGO

 
Con el respaldo unánime de todos los parlamentarios presentes en la Sala, el Senado aprobó iniciativa que permite construir un monumento en Chillán, en memoria del ex Ministro José Tohá.

El proyecto dispone que para conseguir construir este monumento y buscar su ubicación, se creará una comisión especial ad honorem conformada por el Alcalde de Chillán, senadores de la 13 circunscripción, diputados de distritos 41 y 42, el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Biobío, el seremi de Educación, el intendente y, a petición de la senadora Allende, un familiar de José Tohá.

La Senadora Isabel Allende, a nombre de los senadores PS destacó la calidad humana de José Tohá y la condición de amigo personal de su padre, lo que no sólo lo llevó a acompañarlo en sus campañas sino que también en La Moneda el 11 de septiembre de 1973. Agregó que hasta el día de hoy no se ha cerrado el capítulo de la muerte y en tal sentido valoró que el gobierno se hiciera parte de la causa que está abierta para esclarecer las circunstancias que rodearon su muerte.

“Me alegro que esta iniciativa haya sido aprobada por unanimidad. José Tohá fue un gran ser humano, un hombre probo e íntegro. Haber aprobado este monumento habla bien de todos, especialmente cuando se es capaz de reconocer, más allá de las legítimas diferencias políticas, la calidad de un ser humano”, enfatizó la senadora.

Sostuvo que “no cabe ninguna duda sobre la calidad humana de José Tohá, demostrada desde muy joven. Como estudiante secundario -como destacaron otros parlamentarios- se preocupó de hacer un liceo nocturno para darles oportunidad a aquellos trabajadores que no tenían acceso o posibilidad de completar su educación”.

“Más allá de los cargos que ocupó en el gobierno, no puedo dejar de mencionar su condición de amigo personal del presidente Allende, mi padre. Lo acompañó en todas sus campañas, pero también quiero destacar su gesto, cuando en un complejo momento que vivía el país con el tanquetazo en junio de 1973, vimos su alta y espigada figura junto al general Prat para recordar la verdadera institucionalidad republicana”
.

La Senadora también recordó que “aquella mañana del 11 de septiembre de 1973, José Tohá no ocupaba ningún cargo oficial, ya había dejado de ser ministro y por lo tanto, el que haya ido a la Moneda y se haya quedado allí junto a otros asesores para acompañar al presidente Allende, habla sin duda de su calidad humana, su amplitud de mirada, su siempre disposición al diálogo. Ese es el José Tohá digno de recordar más allá de toda su trayectoria, incluso lo que hizo por el periodismo como fundador del diario Ultima Hora”.

Sin embargo, la parlamentaria dijo que “hoy aún hay un capítulo abierto respecto a la muerte de José Tohá y en tal sentido considero muy positivo que el gobierno se haya hecho parte de la causa judicial por la muerte del ex ministro. A muchos de los que conocimos en detalle la situación de José, que además está narrada en el Informe Rettig, nos parecía muy sospechoso que se afirmara que él se había suicidado ocupando su propio cinturón, en circunstancias que después de su reclusión y las torturas a las que fue sometido había perdido más de 27 kilos, llegando a pesar apenas 49 kilos con su 1,92 de estatura. Además casi no veía y era incapaz de moverse o reincorporarse en la cama”.

“José Tohá y nuestro país merecen que se haga plena justicia, se esclarezca la verdad y se sepa qué pasó con él, aunque todos estamos convencidos que no fue suicidio, sino un asesinato”, concluyó la senadora Allende.


Fuente foto: www.victorjara.se

Isabel Allende Bussi

Presentan nuevos antecedentes que descartarían suicidio de ex prefecto de la PDI en 1974

Lunes 11 abril 2011 | 13:34
Publicado por Erasmo Tauran | La Información es de Andrea González
Imagen:Juan Bustos Marchant | amnistia.clImagen: Juan Bustos Marchant | amnistia.cl

Hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso llegaron las hijas del ex Prefecto de la PDI porteña, Juan Bustos, quien murió de un disparo en la cabeza en el cuartel de la policía bajo la Dictadura.
Un homicidio y no un suicidio como ha sido la versión oficial, es lo que quieren aclarar, Gloria y Pamela, hijas de Juan Bustos, ex prefecto de Investigaciones de Valparaíso en el Gobierno del Presidente Salvador Allende, quien murió de un disparo en la cabeza en el cuartel policial porteño, cuando estuvo detenido por parte de la Armada de Chile.
Por esto llegaron hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso, a relatar sus últimos días de vida.
Pamela, quien viajó desde Italia para prestar declaraciones, destacó que su padre le dijo a su madre que moriría.
Existe una querella criminal en contra del actual Procurador Fiscal del Consejo de Defensa del Estado en Valparaíso, Enrique Vicente Molina, por su presunta participación en la muerte del ex policía, ya que sería él, la última persona que lo vio con vida, mientras se desempeñaba como fiscal naval.
Por su parte, Dragomir Kegevic, abogado que lleva la causa, indicó que hay importantes antecedentes que aseguran que es nula la posibilidad de que el ex prefecto hubiese ingresado un arma mientras estaba detenido, además, el protocolo de autopsia por parte del Hospital Carlos van Buren, indicaría que él fue torturado.
Cabe destacar que la Corte de Apelaciones de Valparaíso, dictaminó la exhumación del cadáver de Juan Bustos, sin que aún sea informada la fecha, aunque ya se ofició al Servicio Médico Legal.

NOTICIAS RELACIONADASbíobío.cl

Parece ser que senos había escapado otra forma de matar de la dictadura: los "suicidados".

viernes, 8 de abril de 2011

LIBIA: EL RUIDO DE LAS ARMAS. Por Héctor Vega

EEUU basa su compromiso militar en el “Destino Manifiesto” o utopía reafirmada en la fe de los peregrinos del Mayflower que al igual que en otras empresas que el imperio americano ha emprendido en el mundo, basa su determinación en la existencia de un mandato divino que en este caso es su convencimiento que el ideal de la democracia americana será finalmente evidente y compartido por el mundo entero. Visión de un milenarismo que impregna la política norteamericana. Surge la duda si acaso el resto de los miembros de la Coalición comparte esta visión y de qué manera las convicciones democráticas occidentales pueden ganarse con la fuerza de las armas, esta vez, en el norte de África.

Entendamos que los norteamericanos tardaron más de 200 años en definir el sistema que les convenía. Europa más de 360 años si tomamos como inicio de su propia búsqueda el Tratado de Westfalia (1648). No me cabe duda que la búsqueda por un sistema de gobierno con alta convocatoria en la época moderna comienza en África con la descolonización de los ’60 en el siglo pasado. No es tarea fácil lograrlo.

Los supuestos militares de la intervención de EEUU en la guerra civil en Libia
Es un hecho muy anterior a los acontecimientos en Libia, el proceso de descentralización y reorganización de los cinco Comandos en el mundo de la fuerza militar de EEUU. Esos Altos Mandos regionales poseen los módulos necesarios para la intervención de fuerzas expedicionarias con las cuales se busca definir la presencia norteamericana en escenarios de ultramar. Esta política de defensa responde a la eliminación progresiva de bases militares, y su transformación en fuerzas aerotransportadas en el modelo del cuerpo de Marines.

En el caso de Libia, Robert Gates, secretario de defensa, apoyado por Obama, excluye cualquier fuerza expedicionaria –el llamado On-call Aerospace Expeditionary Wing (AEW). Es decir, se desecha la intervención mixta de fuerzas expedicionarias con algún tipo de fuerza armada libia del Este. Esto es, la alta tecnología con apoyo local, como fue la alianza que se estableció hasta su muerte con el comandante Ahmed Shah Masud de la Alianza del Norte en Afganistán y que en este caso es desechada.
¿Por qué esta reticencia a la intervención con fuerzas terrestres en una lógica de invasión?

EEUU sabe que su progresiva intervención en objetivos terrestres la lleva fatalmente a involucrarse en una guerra civil. De hecho la OTAN ha declarado que “armar a los opositores es ilegal” (Anders Fogh Rasmussen –TV SKY). Al no producirse ninguna división al interior de la tribu de Kadafi, la suerte de la batalla final en el terreno queda entregada a la confrontación entre las fuerzas de Kadafi y los rebeldes del Este. Eso sin decir que estas últimas son incapaces de lograr avances decisivos, lo cual en definitiva deja en manos de la Coalición la decisión definitiva.

Sin embargo, no existe ninguna seguridad que las fuerzas de la Coalición puedan recrear las condiciones de la lucha militar moderna con un contingente mixto de tropas. Otra opción, consiste en dejar de lado la fuerza militar rebelde y asumir completamente las acciones en el terreno. Situación políticamente inviable puesto que la administración Obama no está dispuesta a pagar los costos ante la opinión pública mundial.

Desde el lado militar la eficacia en el terreno requiere de un cierto grado de independencia de combatientes y comandantes o recreación del teatro de guerra redcéntrica, con un centro (esquema panopticon) que tiene un  feedback para los problemas que le plantean los destacamentos avanzados en el terreno.

Las limitantes operativas de las fuerzas en combate se expresan en término de fuerzas enfrentadas, defensas, armamento, vehículos, hardware de comunicaciones, aprovisionamientos y…lealtades. Junto al enfrentamiento armado en el terreno libio-africano el centro de gravedad (en el sentido de Clausewitz) de las fuerzas antagónicas en operación, en algún momento se traslada al terreno de la política tribal y de clanes familiares y a la traducción directa de las directivas políticas en acciones militares en el terreno.
Aún si este complejo armado de lo militar con lo civil se expresara en algún grado de organización en el terreno, existe la duda acerca de la comunicación entre los sistemas y los actores. Es decir, de qué manera los sistemas  tecnológicos de información, vigilancia y reconocimiento, más la tecnología de inteligencia para el análisis de situaciones alejadas de la línea de operaciones, se traduce en información válida para los estados mayores extranjeros y luego en feedback hacia los combatientes en el frente.

Problema mayor que las tropas americanas ya enfrentaron en Irak, lo enfrentan actualmente en Afganistán y corren el riesgo de enfrentar en Libia en caso de involucramiento total en el terreno.
En el fondo se trata de enfrentar el asunto del mando en combate dentro del teatro de guerra redcéntrica –frase que fue empleada por primera vez de manera pública en 1997 por el Jefe de Operaciones Navales, Almirante Jay Johnson que cambia de manera radical la noción del mando en combate, lo cual es determinante del éxito en el campo de batalla, pues se tiene una visión panorámica del campo de batalla (corredores irradiando desde una torre u observatorio central).

La guerra redcéntrica crea un panopticon que da al comandante una visión ilimitada de un teatro de operaciones contemporáneo. De esta manera, comandantes de mayor jerarquía se convierten en observadores de facto, permitiéndoles no sólo controlar la batalla sino también cuestionar las decisiones de un comandante subalterno. La guerra redcéntrica se desenvuelve en un ambiente inalámbrico y digital de máxima coordinación entre las unidades operativas y el centro de operaciones.[1]

Hasta ahora ninguna de las complejidades de la intervención en el terreno se encuentra en la ofensiva aérea pues el ataque a los objetivos se lanza desde buques de guerra o desde bases del continente europeo; seguidamente, la inteligencia adquirida por años desde satélites espías, así como la detección, interceptación y grabación de las frecuencias de los radares libios permite la programación de los computadores de los misiles de crucero y de los misiles aire-tierra, para con ella asegurar la destrucción de los sistemas de armas que las emiten. Los aviones de combate así como de reconocimiento y los satélites espías permiten evaluar los resultados del ataque y retransmitirlos al centro de operaciones para la reprogramación de los ataques futuros. Hasta allí tecnología pura y nula necesidad de entrar en el juego político de las tribus en confrontación.

La realidad en el terreno demostró que al sobrepasar las fuerzas de la OTAN  la exclusión aérea mandatada por la ONU en la resolución 1973 y atacar objetivos terrestres las fuerzas de Kadafi, especialmente columnas blindadas, eran fácil presa de los aviones de la Coalición. De allí el avance de los rebeldes hasta amenazar la ciudad de Sirte (ciudad natal de Kadafi). La práctica de la guerra señala que toda táctica crea una contra táctica. Frente a un bombardeo imparable, Kadafi reemplazó los tanques y blindados por medios de fortuna –como los empleados por los rebeldes del Este– a saber camionetas y vehículos ligeros sobre los cuales se montó el poder de fuego y que banalizados de esa manera neutralizaron el poder de fuego de los aviones de la Coalición que no podían arriesgar el bombardeo de los vehículos de los del Este y menos aún aumentar las bajas de la población civil. El balanza de la contraofensiva en 48 horas señala la recaptura de ciudades que estaban en manos de los rebeldes, amenazando con ello, nuevamente la ciudad de Bengasi.

En conclusión, dada las características de la lucha en el terreno y los actores involucrados resulta imposible recrear las condiciones necesarias de un campo de batalla que en sus desarrollos lleve a un desenlace definitivo en Trípoli. Esto lo saben las fuerzas de la Coalición cuya reflexión en un corto plazo se centra en los escenarios políticos que se abren.

Cuando el empate en el teatro de guerra define los escenarios políticos

A dos semanas del inicio de hostilidades el resultado es un empate con un alto costo para los civiles. Excluida la retórica de la defensa y respeto de los DDHH en Libia que no aparece asegurada ni por Kadafi ni sus adversarios del Este, al menos en la versión occidental que se tiene de los DDHH y del ejercicio de la democracia, no queda a la Coalición otra alternativa que construir los términos de un alto al fuego –al margen de las verdaderas intenciones de unos y otros.
He allí la base, llamémosla cínica, de una agenda de discusión con participación de tribus y clanes familiares. Es en esa agenda donde la Coalición y la ONU podrán desarrollar sus propias ideas acerca de la democracia y plantearlas a sus interlocutores libios de uno y otro bando. Imagino, entre otras ideas de las potencias occidentales: registros electorales, elecciones libres, información y prensa libres, parlamento, tribunales de justicia independientes, etcétera…

En ese esquema, podrán integrarse otros gobiernos al margen de los de la Coalición a saber, China y la Federación Rusa, entre otros. El estatus de participación será en acuerdo con las partes. Imagino que la activa participación de países de la Liga Árabe en la Coalición, significará que su integración se discutirá al interior de aquella.

Conviene imaginar en esta agenda e itinerario posible los terrenos que no admiten discusión a saber, la integridad territorial de Libia sin divisiones ni particiones entre las provincias de Tripolitania y Cyrenaica. Dos, el estatus de la explotación del petróleo y gas y su comercialización. Tres, el destino de los jefes de ambos bandos, a discutir al interior de éstos, sin que ello sirva de moneda de cambio de los acuerdos.

No pasa desapercibido que el imaginario político de los países de la Coalición pasa por la desaparición del orden tribal. Lo cual, si entrara en la discusión, no sería sino una muestra de la dificultad de compatibilizar las realidades políticas de un país con la ideología de aquellos que intervienen desde el exterior. Esto se relaciona con el costo que las potencias de la Coalición están dispuestas a asumir frente a sus respectivas opiniones públicas. ¿Hasta qué punto habrá que estirar la cuerda para salvar las apariencias? Sobre todo cuando los dirigentes de la Coalición tengan que explicar en sus parlamentos el costo de la guerra, en países cruzados por la crisis financiera y el desempleo.

¿No estamos acaso en una situación en que los líderes de los países involucrados tengan que lamentar cuando las razones que tuvieron para comprometerse en una guerra no aparezcan tan plausibles al final como lo fueron al comienzo?

Bismark lo dijo: “Desgracia, para el hombre de estado, cuyas razones para entrar en una guerra no aparezcan tan plausibles al final como lo fueron al comienzo”                                                                                                           


[1] Ver Héctor Vega. La Fortaleza Americana. Editorial ARCIS-CLACSO coediciones, 2009, p. 112-113

lunes, 4 de abril de 2011

LIBIA: EL DILEMA DE OBAMA. Por Héctor Vega

Obama y Sarkozy enfrentan elecciones en un plazo no muy lejano, 2012. Obama intenta desmarcarse de la política agresiva de Bush y de sus compromisos mundiales como policía del mundo, y trata de liberar a EEUU de dos guerras [1].

Sarkozy es parte de la derecha nacionalista francesa, más aparentado a la IV República de la posguerra, período que en 16 años se suceden veintiún gobiernos. Francia asume con dificultad la descolonización en África, sus dirigentes lideran fugas hacia adelante [fuite en avant] de gobiernos que en política exterior oscilan entre el gaullismo derechista y el centrismo del RPR, la SFIO y el Partido Radical.

Los acuerdos entre las potencias occidentales en la guerra civil en Libia tienen que ver con intereses actuales en el petróleo, y el agua –su territorio esconde un mar de agua y es apropiado decir que esta es la primera guerra por el agua en el siglo XXI. Pero también la guerra civil en Libia tiene que ver con las sinergias políticas creadas en la segunda mitad del siglo XX. El hito fundamental está marcado por el 26 de julio de 1956, cuando Gamal Abdel Nasser proclama en la ciudad de Alejandría la nacionalización del Canal de Suez. Ese año cambió la historia del Medio Oriente y en palabras de Georges Corm “la nacionalización del Canal de Suez es un hecho histórico incomparable y es como un manantial del cual surgieron muchos acontecimientos cuya influencia persiste hasta hoy.[2]
En 1956, en Francia es Primer Ministro Guy Mollet, socialista proclive a entendimientos con los partidos de derecha y de centro y que participa junto con Inglaterra e Israel en la invasión del Sinaí y del Canal de Suez. Guerra que la ONU, la URSS y EEUU detienen obligando a las potencias invasoras a un cese del fuego y aceptar tropas de la ONU como fuerza de interposición. Es una época de confusión en la política francesa que resiente el liderazgo de las dos superpotencias de la posguerra, EEUU y la URSS, que dirigen la política mundial en desmedro de sus principales aliados durante la conflagración mundial, Francia y Gran Bretaña. En una fuga hacia adelante, Mollet, el 10 de septiembre de 1956 lleva adelante una curiosa gestión en Londres, de la cual no existen registros en la Cancillería francesa, en la que propone a Antony Eden, Primer Ministro conservador del Reino Unido, la unión política con Inglaterra, bajo el reinado de Isabel II, y en subsidio unirse al Commonwealth. Idea de Mollet rechazada por la opinión pública de ambos lados de La Mancha.
Los actores de la defensa de los DDHH en África
 Para los pueblos del Medio Oriente y África negra, estas fugas hacia adelante, de socios históricos en empresas coloniales como Francia y Gran Bretaña, la acción de la OTAN en la guerra civil Libia no constituye una sorpresa. Es parte de su política de intervenciones y tráfico de armas en el continente.[3]
Conciencia que esta vez se consolida en el mundo cuando tres décadas después la opinión pública mundial sabe que en Rwanda, pese al embargo impuesto por Naciones Unidas, llegaron armas al arsenal del gobierno de Habyarimana, las mismas que utilizaron los autores de las matanzas de Tutsis –un millón– y que provenían de Francia, China, Bélgica, Corea del Sur, Israel y Sudáfrica. Ninguna de las empresas o individuos que participaron en el genocidio [Amnistía Internacional menciona a Mil-Tec, con sede en el Reino Unido] jamás fue llevada a los tribunales para responder por sus acciones. Como lo subraya esta organización de DDHH, es una triste ironía que los mismos países que forman parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se supone están encargados de mantener la paz y seguridad en todo el mundo, son aquellos que proporcionan armas y entrenamiento militar y de seguridad con las cuales se hace reinar el terror y las violaciones a los derechos humanos. De ese grupo forman parte: Alemania, Bulgaria, China, Estados Unidos, Francia, Israel, Reino Unido, Rumania, Rusia, Sudáfrica y Ucrania.
Agreguemos, que los mismos que hoy proclaman la defensa de los DDHH en el conflicto libio participaron en el genocidio, que significó la guerra de exterminio en el Líbano y que continúa en Palestina para controlar de esa manera el Medio Oriente. Son también los responsables de la cárcel de Abu Ghraib y del campo de concentración en Guantánamo.
Pero la ley de la guerra es universal. Porque se justifica para América Latina en los Documentos de Santa Fe [1980-2000], que preconizan la intervención unilateral contra “Estados peligrosos”, aún cuando el Estado que mereciere tal calificación, por la autoridad estadounidense, no hubiese incurrido en agresiones, con lo cual en último término, se consagra el principio de la guerra preventiva con licencia para matar.
En resumen ese es el cartel que exhiben ante el mundo las potencias de la OTAN que hoy defienden los DDHH en Libia.
El dilema de Obama: Al Qaeda o el “nasserismo modernizador” de Kadafi
Obama en dos guerras, Irak y Afganistán, con un déficit fiscal impresionante [1,29 billones de dólares en 2010] y la perspectiva del mayor déficit fiscal de la historia en 2011 de 1,5 billones de dólares, una opinión pública particularmente crítica a bajas estadounidenses en guerras que rechaza o no entiende, una apuesta electoral cercana [2012], entiende que el Imperio no está en capacidad de abrir más frentes. Sin embargo, ninguno de los elementos citados tiene la consistencia e importancia que finalmente han decido a Obama a comanditar la intervención en la guerra civil en Libia.
Existe una gran duda acerca de qué significado tiene la democracia para el bando del nordeste en Libia. Desde luego no se trata ni de la democracia europea, ni norteamericana en su sentido contemporáneo. Hasta ahora muy poco se sabe del llamado Consejo Nacional de Transición formado en Bengasi, muchos de cuyos miembros no son públicos. Como grupo armado, sin equipos ni armas para llevar adelante una guerra civil, el Consejo demanda urgentemente la intervención extranjera para derrocar a Kadafi. Dos gobiernos los han reconocido, Francia y Portugal. EEUU no está dispuesto a revivir el fracaso de las guerras de Irak y Afganistan y se remite a la ONU y a la OTAN para tomar la dirección del apoyo al Consejo Nacional de Transición y derrocar a Kadafi.
Hay un estudio de la Academia Militar de West Point [2007] [4] cuyos autores Joseph Felter y Brian Fishman revisaron los llamados Registros Sinjar, capturados por el ejército norteamericano durante la guerra en Irak que revela la composición de los grupos combatientes islámicos en ese país con procedencia de países del Medio Oriente. [5] El estudio revela que 17% [61] de los combatientes de Al Qaeda infiltrados en Irak a través de Egipto y Siria provenía de Libia; 41% [151] de Arabia Saudita. Un dato no menor es que 85.2% [52] del grupo libio de Al Qaeda eran combatientes suicidas, 13.1% [8] combatientes propiamente tales y 1.6% [1] en otras tareas. El contingente libio era militante del LIFG [sigla de Lybian Islamic Fighting Group, es decir Grupo Libio Islámico de Combate] grupo centrado principalmente en Bengasi y Darnah y que hace parte de Al-Qaida desde el 3 de noviembre de 2007. [6]
Otro estudio escrito por Webster G. Tarpley, [24 de marzo, 2011] [7] estima que en el LIFG existen fracciones que preconizan la lucha en Libia contra Kadafi antes que el combate en Irak. El autor concluye que EEUU podría caer en la misma trampa en que cayó Reagan en los ‘80 del siglo pasado cuando armó a los mujahedin afganos en la guerra que sostuvieron contra los invasores soviéticos con misiles Stinger y otras armas modernas que después fueron utilizadas contra las tropas norteamericanas.[8] Tarpley agrega que Al Qaeda fue creada en esos años por EEUU como una suerte de Legión Árabe contra la presencia soviética con los resultados en el largo término que todos lamentan hoy en día.
En el presente este historial no es descartado por el gobierno norteamericano, incluyendo el rol histórico que jugó Kadafi cuando adoptó como política un “naserismo modernizador” siempre en el contexto de la asociación y complicidad de tribus, clanes familiares y grupos étnicos que caracteriza la política africana. Obama sabe que difícilmente encontrará en las asociaciones islámicas y tribus aparentadas al grupo Senussi, aliados para un modelo de Estado democrático occidental. Más aún si debe poner en la balanza la alianza con militantes islamitas de Al Qaeda cuya influencia es importante en el nordeste.
La base étnica del LIFG se encuentra en la tribu Harabi, siendo sus líderes principales Abdul Fatah Younis y Mustafa Abdul Jalil. Younis fue hasta el 22 de febrero de 2011 General y Ministro del Interior de Kadafi. Alianza circunstancial que no puede esconder la enemistad de la tribu Harabi con Kadafi que expropió parte de sus tierras y las repartió entre tribus con menos poder y leales a su régimen.
A los Harabi se unen los Obeidat que aparte de identificarse con la monarquía sustentan un fuerte odio racial a los Fezzan del sur de Libia, que tienen una piel oscura y que los del nordeste acusan de ser mercenarios negros bajo las órdenes de Kadafi. Este rasgo racista y discriminatorio se ha concretado en el pasado en linchamientos en el nordeste contra africanos del Chad, Mali, Burkina Fasso, Senegal, Costa de Marfil que trabajan en Libia. Odio racial particularmente vivo en la provincia Cyrenaica del Nordeste.
Históricamente el nordeste libio ha estado asociado con la secta de los Senussi [o Sanussi] particularmente enemiga del occidente y partidaria de la monarquía. El rey Idris I perteneció a dicha secta y fue instalado en 1951 por los británicos y derrocado por Kadafi en el golpe de Estado de 1969. Los actuales rebeldes del este enarbolan la bandera de la monarquía y algunos piensan que sus preferencias se encuentran más cerca de la monarquía que de la democracia republicana.
Nótese que en un comunicado del 16 de marzo, la agencia Reuters señalaba que dos tribus importantes de la ciudad de Bengasi declararon su apoyo a Kadafi a saber, las tribus de Tarhuna y Warfalla.[9]  El alineamiento de fuerzas al interior de Libia prosigue, miembros del Ministerio de Kadafi hacen abandono de sus funciones, otro, Musa Kusa de Relaciones Exteriores llega a Londres en circunstancias aún no aclaradas. China declara que la Resolución 1973 de Naciones Unidas no ha sido respetada. Funcionarios del gobierno de Gran Bretaña admiten que es posible proveer de armas a los rebeldes. La OTAN declara que esto es ilegal. Pese a ello en la reunión en Londres de 36 países llamaron a Kadafi a renunciar. En una u otra forma la presión militar continúa en el terreno como la única opción capaz de abrir el camino a una solución política, pero esto ya es materia del próximo artículo.
NOTAS
[1] La expresión de sacar a EEUU de dos guerras pertenece, y es la opinión sobre la política de Obama, de Anne-Marie Slaughter quien fuera hasta el mes de febrero Jefe de Política del Departamento de Estado. Agrega, [Obama] “no va a hacer cosas que nos distraigan de Afganistán. Y eso es consistente con lo que yo llamo la doctrina Obama: que otros países tendrán que hacer más en un orden internacional más diverso” Véase La reticencia de Obama a que Estados Unidos tome el liderazgo en los conflictos internacionales. The Financial Times Limited en Diario Financiero. Lunes 28 de marzo de 2011, p. 34.
[2] Georges Corm, historiador y economista libanés es citado por Efraim Davidi en “La crisis del Canal de Suez en 1956: el fin de una época en el Medio Oriente y el comienzo de otra.”
[3] Está vivo el recuerdo de la liberación de los países del Sub Sahara, con líderes eliminados por sospechas de su inclinación socialista como Modibo Keita en Mali, 1968; Amílcar Cabral en Guinea Bissau, 1973, Thomas Sankará en Burkina Faso, 1987… Otros fueron recuperados para el poder colonial francés como Léopold Sedar Senghor 1980 [Senegal]; Félix Houphouët-Boigny, 1993[Costa de Marfil]…En la pos guerra, Francia tramó la separación de los pueblos del desierto, las tribus Tuareg del sub-Sahara, de las aún colonias del Sudán francés y que a comienzos de los ‘60 del siglo pasado serían declaradas por De Gaulle estados independientes a saber, Mauritania, Malí, Burkina Faso y Niger. En la historia reciente está la reivindicación del pueblo saharaui por recuperar el Sahara occidental, apoyado por Argelia y Libia contra la realeza marroquí.
[4] El título del original en inglés es: Al-Qaída’s Foreign fighters in Iraq. A first look at the Sinjar records. Harmony Project. Combating Terrorism Center, Departamento de Ciencias Sociales de la Academia Militar de EEUU en West Point, New York.
[5] Los Registros Sinjar provenían de un raid de las fuerzas de la Coalición en octubre de 2007 en la frontera de Siria con Irak. Contiene registros de 700 extranjeros que entraron en Irak entre agosto del 2006 y agosto de 2007, se refieren a su país y ciudad de origen, edad, empleo y el nombre de quien lo reclutó y aún la ruta que tomó el combatiente para llegar a Irak.
 [6] La traducción inglesa del texto citado puede verse en http://www.ctc.usma.edu/harmony/FFBiosTrans.pdf y la traducción de los Registros Sinjar así como su original en árabe en la dirección: http://www.ctc.usma.edu/harmony/Foreign_Fighter_BiosOrig.pdf .
 [7] El título original del studio es: The CIA’s Libya Rebels: The Same Terrorists who Killed US, NATO Troops in Iraq. Webster G. Tarpley, Ph.D. TARPLEY.net. March 24, 2011. Este estudio se puede acceder en http://tarpley.net/2011/03/24/the-cia%E2%80%99s-libya-rebels-the-same-terrorists-who-killed-us-nato-troops-in-iraq/
 [8] Se refiere al apoyo que EEUU prestó a los mujahedin contra el régimen del Partido Popular de Afganistán sostenido por la URSS durante el gobierno de Brezhnev, guerra que se prolongó entre 1979 y 1989. Ver Héctor Vega. La Fortaleza Americana. Capítulo IV Poder Imperial. Edición ARCIS-CLACSO, 2009, Ps. 85-134.