LAURA ALLENDE GOSSENS

Laura Allende Gossens

Publicado por cada7wm 12 - marzo - 2011

Hombres y Mujeres Decentes

Por Iván López Z.

Introducción
 Laurita, como la llamaban con cariño sus cercanos, en vida fue una excepcional hija, hermana, esposa, madre, amiga, como asimismo, un excepcional cuadro político del escenario nacional. Dicho de otra forma, una verdadera escuela de conducta decente. Por eso, quienes en lo sucesivo puedan estar motivados en hacer un balance de la época en que viviera Laurita, necesariamente deberían abarcar, más allá de los hechos puramente históricos, a la mujer de excepción que produjo.

La forma de pensar y actuar de Laurita fue tan noble como inteligente, orientada siempre en dirección a las estrellas. Esta propensión suya merece ser consignada como uno de sus rasgos determinantes. En su proximidad, se respiraba un aire limpio y estimulante, una atmósfera de gran estatura humana. Y esta natural elevación suya, no era de modo alguno un idealismo laxo, ajeno a la realidad, sino que por el contrario, irradiaba el gusto, acaso la pasión por los hechos, pero sin quedarse en ellos. De los hechos saltaba a los principios, de la cotidianidad saltaba a la perennidad…

Por su espontáneo modo de ser, por su formación familiar, quizás también porque era capaz de descubrir en cada instancia latencias de universalidad, Laurita amaba los hechos y en ellos se recreaba. Leía de continuo con una apetencia que solo se satisfacía en las fuentes históricas más vivas. Esta mujer, de muy bella presencia y cuyo saber sobre las realidades sorprendía, no parecía una erudita. Pero su saber estaba en ella muy organizado; más aún, muy funcionalizado, convertido en experiencia: una experiencia luminosa, que muy poco tenía que ver con el saber aparente.

Mientras en el plano intelectual las comprobaciones se ordenaban en ella en perspectivas amplísimas, en el orden ético podía manifestar una tolerancia que no confundía la dirección de su conducta. Poseía la veracidad de las personas que no solo dicen la verdad, sino que no pueden dejar de decirla.

Quienes la conocieran más cercanamente, señalan que tras cada palabra suya se encontraba todo su ser respondiendo de ella. Laurita practicó el respeto hacia los demás con la asiduidad de los que se dan por impulso incontenible, por abundancia interior. Y aunque estuviera siempre muy pronta a servir, se guardaba de invadir el recinto ajeno, y era conmovedor ver cómo su cordialidad se fijaba ella misma un límite.

Para Laurita, el servicio público no fue un entretenimiento ni un recurso para lograr un dividendo político. Era la actitud natural que existe en los espíritus nobles que asumen la responsabilidad de ayudar a los demás, especialmente a los más débiles.


Su Primera Edad
Laurita nació en la ciudad de Valparaíso el 03 de septiembre de 1911 como la menor de 4 hermanos que crecieran y se formaran en el hogar de clase media que levantaran sus padres, el abogado don Salvador Allende Castro y doña Laura Gossens Uribe.

Su educación primaria y secundaria, las recibió en el colegio Sagrados Corazones de Valparaíso y en el liceo de Viña del Mar.

Su Juventud
Terminada su educación secundaria, Laurita resolvió continuar la profesión de su padre, para cuyo efecto ingresó a estudiar en la escuela de Derecho de la Universidad de Chile con sede en Valparaíso. Es en este lapso de estudiante universitaria en que ingresara al mismo y joven partido de su hermano mayor, Salvador: el partido Socialista de Chile.También sería la época en que conociera a su futuro esposo Gastón Pascal Lyon, con el que contrajo matrimonio en enero del año 1936, y quien después se constituiría en uno de los más cercanos asesores de Salvador Allende.

Las responsabilidades propias de levantar un nuevo hogar junto a su esposo, inclinarona Laurita a descontinuar sus estudios superiores cuando cursaba 4º año, y dedicar su tiempo al cuidado de los 4 hijos que nacieran de esa unión: Pedro Gastón, Andrés, Denisse y Marianne, como así también, a la política.

Su Vida Intelectual
Empedernida lectora en temas sociales, con los años Laurita se convertiría en una verdadera erudita en temas de compromiso con los valores de la sociedad chilena, y también, en fuente permanente de consulta por historiadores, sociólogos, educadores y políticos.

Hacia 1955, Laurita necesitó generar ingresos para sostener su hogar y, por espacio de los siguientes 10 años, prestó servicios laborales en el Departamento del Cobre, organismo antecesor del que después se denominara CODELCO.

Su Vida Política
Ingresó a la seccional juvenil del partido Socialista de Chile poco después de su fundación. Su saber acerca del mundo real, su calidez personal y su talento, pronto le permitirían ser reconocida como líder y ser elegida miembro del Comité Central de dicho referente político.

A mediados de los años 60′ del siglo recién pasado, el partido Socialista de Chile le solicitó que postulara en las elecciones parlamentarias para renovar la Cámara Baja por el período 1965-69 en representación del electorado del Segundo Distrito de Santiago. Laurita aceptó y resultó electa. Durante este mandato, realizó una intensa actividad, participando en la mayoría de las comisiones permanentes, tales como la de Relaciones Exteriores; de Hacienda; de Vías y Obras Públicas; de Constitución, Legislacióny Justicia; de Trabajo y Seguridad Social; de Educación; de Economía, Fomento y Reconstrucción y, asimismo, participar en la comisión especial de Vivienda.

El brillante pero al mismo tiempo desgastador compromiso contraído en esta gestión, le permitiría ser reelegida diputada para cubrir el período 1969-73 en representación del electorado del mismo Distrito, que ahora agregaba a Talagante. Pero el trabajo desplegado durante el período anterior, había sido tan intenso y agotador que inició gran estrago a su salud, a términos de que esta vez solo pudo incorporarse a la comisión permanente de Vivienda. No obstante y aceptando la invitación de los gobiernos de Cuba y China, en 1971 pudo viajar a la primera de estas naciones y en 1973 a la segunda.

En las elecciones parlamentarias siguientes para cubrir el período de diputación por el período 1973-77 y en representación del mismo Distrito electoral, Laurita volvió a ser reelecta, pero tal mandato no pudo ser ejercido a causa del golpe militar de ese mismo año, en que el Congreso fue clausurado. Ocurrida esta tragedia, Laurita fue detenida y confinada al campo de prisioneras de “Cuatro Álamos”.

En 1974 y ya con la salud muy deteriorada a causa de la declaración de un cáncer, Laurita fue expulsada del país. Viajó a México junto a su hija Marianne, donde permanecieron dos años y, en 1976, ambas decidieron viajar a Cuba a reencontrarse con Pedro Gastón, Andrés y Denisse, que estaban exiliados allí.

El físico de Laurita ya no respondía, ni siquiera ante los últimos intentos terapéuticos a que se sometiera en la RDA.

Postrada en el hospital de La Habana, recibía la visita periódica de Fidel que la alentaba a seguir su lucha por vencer la adversidad física que la aquejaba, y también, a que se quedara a vivir permanentemente en Cuba ya que el régimen militar chileno no le permitió nunca viajar a morir en el país. Esta situación sumió a Laurita en una honda desesperación que la resolvió a terminar voluntariamente con su vida. Antes, escribió varias cartas, una de ellas a Fidel en la que le manifiesta sus agradecimientos por la solidaridad y ayuda recibida por su familia en ese país. En uno de sus pasajes, muestra con cruda elocuencia su angustia, al expresarle …Fidel, nuevamente perdóname, amo a Cuba, pero necesito a mi patria. No puedo seguir esperando más…

La vida de Laurita cesó en La Habana el 23 de mayo de 1984, a los 73 años de edad y, sus cenizas, posteriormente entraron clandestinamente a Chile. En la actualidad estas cenizas se encuentran depositadas en la tumba de la familia, situada en el Cementerio General de Santiago.

El año 1988 el partido Socialista de Chile quiso perpetuar homenaje a la memoria a esta excepcional mujer, mediante dar vida al interior de su orgánica a la Brigada Laura Allende (BLA), compuesta únicamente por mujeres, que adoptó el lema “mujer, trabajo y polìtica”, como así tambien, los colores distintivos lila y verde manzana.

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