Miguel Angel Soto :Los chilenos residentes en el exterior siguen siendo discriminados.Pronto se cumplirán tres meses del devastador terremoto que asoló a nuestro país y evidentemente los efectos que provocara el sismo perdurarán por mucho tiempo en la memoria colectiva de todos los chilenos que vivieron la tragedia.
Durante estos tres meses la solidaridad de muchos chilenos que residen en el exterior no ha dejado de concluir hasta el día de hoy. Ellos, una vez enterados de la tragedia se organizaron rápidamente con el propósito de ayudar a los afectados del terremoto y maremoto que devastó a gran parte de nuestro territorio, lo hicieron sin ningún tipo de miramientos políticos o ideológicos. Solidaridad y fraternidad fue el lema que inspiró a los compatriotas que viven en el extranjero.
Según, la cifras entregadas por instituciones no gubernamentales hasta ahora, la ayuda para los damnificados proviene de más de treinta países del mundo dónde residen chilenos y chilenas. Muchos de ellos emigraron por diversos motivos, sean estos por trabajo, estudios o exilio, cuestión que la hora de ayudar no les importó mucho, el objetivo era claro; ayudar de la mejor manera posible a los afectados, y así lo hicieron y lo siguen haciendo a través de bailetones, rifas, cenas solidarias, etc. Demostrándonos que son chilenos aquí y en la quebrá’ del ají, sin discriminación alguna al momento de ser solidarios con nuestra gente.
Sin embargo, cuándo uno observa esta solidaridad que proviene de los chilenos residentes en el extranjero, uno no puede dejarse de preguntar lo siguiente, ¿ por qué el estado chileno sigue excluyendo a los compatriotas que viven en el exterior en el tema del derecho voto?.
Esta pregunta es a propósito del proyecto de ley que enviara el gobierno de Sebastián Piñera al Congreso Nacional en los primeros días de mayo. En dicho proyecto se apunta a otorgarles el derecho voto, sólo a los chilenos que hayan visitado el país en los últimos cinco años, la verdad es que el publicitado proyecto no tiene sentido, ni desde lo ético y lo jurídico, ya que, es la propia Constitución chilena que invalida esta reforma.
En ella y especialmente en su articulo 13 manifiesta que “Son ciudadanos chilenos que hayan cumplido dieciochos años de edad y que no hayan sido condenados apena aflictiva, la calidad de ciudadano otorga los derechos de sufragio, de optar a cargos de elección popular y los demás que la Constitución o la ley confieran”.
Frente a este articulo constitucional, parece que la propuesta del actual gobierno, no busca mejorar la democracia y la participación de todos los chilenos y chilenas independientemente del lugar en que viven. Ya que sí éste se llegara aprobar va a convertir a los chilenos en ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría provocando una discriminación “legal” por parte del propio estado chileno y una bofetada al Derecho Internacional.
Por otra parte, los Diputados y Senadores deberían tomar en cuenta esta tremenda contradicción ética y jurídica que tiene el publicitado proyecto. Asimismo, los Honorables deben tomar en cuenta que el proyecto rompe con las elementales reglas de ejercicio democrático que hoy en la mayoría de los países del mundo se lleva acabo. Chile es uno de los pocos países en el mundo que sigue discriminando a sus connacionales este derecho tan fundamental que tienes todos los seres humanos más allá de la distancias geográficas. No es posible que esto ocurra en pleno siglo XXI.
Finalmente, tomar en cuenta que los chilenos que residen el exterior y que al momento de solidarizar con nuestro país en momentos tan difíciles como fue el terremoto , ellos siempre están y estarán dispuestos a ayudar a los que lo necesitan, sin importar sin son de clases sociales diferentes o de ideas políticas afines a los gobiernos de turno. Seamos recíprocos.
Diario Proa Regional
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