sábado, 1 de mayo de 2010

Los nexos del caso Karadima con el asesinato del general Schneider

por Jorge Molina Sanhueza y Claudia Urquieta (Chile)
miércoles, 28 de abril de 2010

Cuando Luis Bulnes Cerda regresó al país en 1974, luego de huir al extranjero tras su participación en el atentado al ex Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider, fue condenado a diez años de cárcel como autor de los disparos que terminaron con la vida del militar. La Corte de Apelaciones rebajó la pena a 7 años, pero la Ley de Amnistía lo favoreció en 1978 y nunca cumplió la condena.

Su suerte fue compartida por otros autores del intento de secuestro, materializado el 22 de octubre de 1970 por un grupo de civiles y militares que, con la ayuda de la CIA, intentaban desestabilizar al recién elegido gobierno de Salvador Allende.

Desde hace unos días, los apellidos Bulnes Cerda volvieron a tomar notoriedad en los medios de comunicación. Esta vez ha sido el nombre del hermano de Luis, Juan Pablo Bulnes Cerda -con el que comparte varias sociedades- el que ha saltado a la palestra. Esto, debido a su rol como abogado defensor del ex párroco de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús de El Bosque, Fernando Karadima, al que representa ante el tribunal eclesiástico.

Justamente Allan Cooper, y Diego Izquierdo Menéndez son otros de los conjurados del crimen de Schneider en octubre de 1970. Cooper y Juan Luis Bulnes eran muy cercanos, tanto que este último fue padrino de su hija, Francisca Cooper, que falleció en un maremoto en Tailandia.

El religioso es acusado por al menos cuatro ex feligreses de cometer abusos sexuales en la década de los ‘80, testimonios que fueron mostrados este lunes por el programa Informe Especial de TVN, exhibido a pesar de que Juan Pablo Bulnes intentó impedirlo a través de un recurso de protección.

Y es que el abogado ha librado una batalla personal en defensa de su cliente, al que asegura conoce desde hace 50 años. Tiempo en el cual, ha explicado a la prensa, nunca ha “visto una actitud impropia”.

Además, ha señalado en entrevistas que las acusaciones no tienen ningún fundamento y que en realidad la víctima es el padre Karadima, cuyos acusadores “son personas con frustraciones que tienen gravísimos problemas personales”.

Los implicados en caso Schneider y la Iglesia El Bosque

Entre los años 1976 y 1978 la DINA, cuyo director, el general Manuel Contreras, mantenía una disputa intestina al interior del régimen de Pinochet con el líder gremialista Jaime Guzmán, almacenó información sobre el abogado. Dentro de estas investigaciones la Brigada de Inteligencia Purén, comandada por Eduardo Iturriaga, elaboró un informe que se denominó “Facetas de Jaime Guzmán Errázuriz”.

En el documento se tocaban varias aristas de la vida del senador asesinado en 1991, como su etapa universitaria, la relación política con el ex presidente Alessandri, el triunfo de Allende y la muerte de Schneider.

Un extracto de este informe publicado por El Periodista en junio de 2003 (Lo que la DINA escribió sobre Jaime Guzmán), señala que el fundador de la UDI “… participó activamente con sus grupos de fanáticos religiosos que estaban en el gremialismo de FEUC, y se reúnen en el departamento de Guzmán, en la Iglesia El Bosque o en las sedes del Opus Dei: Juan Luis Bulnes Cerda, Allan Leslie Cooper, los Izquierdo Menéndez, todos estos eran del grupo de Jaime Guzmán, malentados por él y pertenecientes a FEUC, y Gremiales… Guzmán, tenía ordenada (después del secuestro del ex comandante Schneider) la toma de la Universidad Católica y del canal 13 de TV, la toma estaba preparada y de los grupos los encabezaba precisamente Bulnes Cerda, (los de choque)”.

Justamente Allan Cooper, y Diego Izquierdo Menéndez son otros de los conjurados del crimen de Schneider en octubre de 1970. Cooper y Juan Luis Bulnes eran muy cercanos, tanto que este último fue padrino de su hija, Francisca Cooper, que falleció en un maremoto en Tailandia, hasta adonde viajó a ayudar a su amigo a encontrar el cadáver de la joven.

A dos días del asesinato del general, se inició un proceso judicial a cargo del fiscal militar Fernando Lyon, que llenó las portadas de los diarios.

La sentencia de primera instancia, dictada por el juez militar, general Orlando Urbina, el 16 de junio de 1972, condenó a 42 personas, entre estos, a 20 años al general Roberto Viaux Marambio, líder de la sublevación militar de 1969 conocido como El Tacnazo

Al mismo tiempo, se decretaron órdenes de detención en contra de varios “rebeldes” que nunca declararon en el proceso. Uno de ellos era Juan Luis Bulnes Cerda.

Según fuentes ligadas al caso, algunos de los jóvenes implicados en el secuestro estaban vinculados a la Iglesia El Bosque ya en esa época, específicamente a un grupo de reflexión liderado por Fernando Karadima. Entre ellos, el hermano de su actual abogado.

Al respecto, el hijo de René Schneider, René Schneider Aedo, señala que en aquellos años escuchó comentarios al respecto. Concretamente que “luego del crimen de mi padre los principales culpables desaparecen y se van de Chile. En esa etapa son ocultados, concretamente Bulnes, por el cura Karadima”.

En todo caso, aclara, “nunca supe con claridad cuándo o dónde, ni fueron antecedentes que formaron parte de la investigación”.

Aunque este medio intentó contactar a ambos hermanos, ello no fue posible.

Los abogados de Karadima
El hermano de Juan Luis, Juan Pablo Bulnes, pertenece al estudio Ossa, Bulnes & Asociados, de Juan Luis Ossa Bulnes, ex jefe del Comando Rolando Matus, grupo de choque que nació durante la Unidad Popular (UP), al alero del Partido Nacional, según da cuenta el libro “Contreras, Historia de un Intocable”, del periodista Manuel Salazar.

A la defensa de Karadima, se sumaron esta semana Luis Arévalo y Luis Ortiz Quiroga, quien en los setenta patrocinó a Julio Bouchon, otro de los participantes en el homicidio del general Schneider.

Además, ambos juristas participaron en la defensa del sacerdote José Andrés Aguirre, conocido como “el cura Tato”, condenado a 12 años como autor de abusos deshonestos reiterados y estupro contra diez jóvenes entre 1998 y 2002. Hoy cumple su pena en la cárcel.

Por otro lado y de acuerdo al libro “Los Amigos del Doctor Schäfer“http://el-observatorio-politico.blogspot.com/2009/06/los-amigos-del-doctor-schafer-de-los.html , escrito por los periodistas Claudio Salinas y Hans Stange, Ortiz Quiroga realizó como abogado varios trabajos a favor de la Villa Baviera en 1967 y luego en 1974.

Tanto Arévalo como Ortiz Quiroga, estarán encargados de hacer frente a las denuncias en contra de Karadima en la justicia criminal ordinaria. Una arista está abierta en la Fiscalía Oriente, pero todo indica que, debido al tiempo transcurrido -o principio de ejecución del delito- el Ministerio Público debería declararse incompetente y enviar los antecedentes al sistema antiguo, donde estos ilícitos podrían ser declarados prescritos.

* Fuente: EL Mostrador

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