sábado, 26 de junio de 2010

Salvador Allende - Discurso Universidad de Guadalajara

viernes, 25 de junio de 2010

Alias “El Viejo” (En recuerdo y homenaje a un militante injustamente olvidado)

Por Juan Azócar

 A 35 años de su detención y posterior desaparición a manos de la DINA.

Exequiel Ponce Vicencio, nació en la pequeña localidad de Las Palmas de Quebrada Alvarado, a 30 kilómetros de la ciudad de Limache. Allí creció en el seno de una familia de origen campesino, económicamente muy humilde, lo que lo obligó desde muy niño a trabajar. Era el segundo hijo de sus progenitores.

Según recuerda su hermano Renán –un destacado poeta de la Quinta Región-, Exequiel fue un niño “más bien introvertido, distante, obsesionado por alguna razón que sus hermanos ignorábamos. Quizás maduró antes de tiempo, prematuramente consciente de la fragilidad social de su entorno, y de esas infinitas necesidades cotidianas que siempre resultan más severas entre los desposeídos.”

Hasta hoy, Renán recuerda con cariño los lejanos días de su infancia junto a Exequiel: 

“Nuestros deberes eran sacar agua del pozo, ir en busca de la mejor leña, ya fuese al cerro más próximo o bien al estero, ‘ese ancho mundo’ no ajeno a mis miedos ancestrales. Una vez posesionado del escenario, Exequiel siempre elegía el estero, la rutina comenzaba siempre del mismo modo, como si fuese un acto fatalmente repetido. Había en el lugar una piedra de por lo menos dos metros de altura, y se podía subir a ella con una cierta facilidad. Yo tiraba mi soga al suelo y comenzaba a seleccionar los restos de leña seca, que allí abundaban como por milagro.

Iniciaba el primer acto de la obra, tan extraña y contradictoria, como magnífica. De pie en ese sitio tan privilegiado, podíamos ver todas las casas, en su digna transparencia, de Quebrada Alvarado. Exequiel respiraba profundo y pronunciaba su acostumbrado discurso:

“Pueblo de Quebrada Alvarado, el que les habla, Exequiel Ponce Vicencio, mañana, en el más próximo futuro, les guiará en la conquista de sus derechos más queridos. Les abrirá los ojos, les enseñará a defenderse, les ayudará a conseguir que esta querida patria, sea más justa para todos”.

Acto seguido, con la soga que ya disponía en sus manos, la enarbolaba sobre mi cabeza, y exclamaba con profunda convicción: “¡Trabaja esclavo, júntame leña!”. El tácito pacto de honor suscrito entre ambos –que yo mandaba en la casa y Exequiel fuera de ella– se había cumplido a cabalidad”.

Exequiel vivió y creció junto a la realidad de los campesinos pobres, conoció de primera mano las dificultades y penurias de los más desposeídos, lo que desde temprano le hizo desarrollar una profunda conciencia social. Pese a que abandona la escuela, pues debía trabajar con su padre, se perfeccionó de modo autodidacta, leyendo y estudiando por las noches, al tiempo que se revelaba como un hombre intransigente en la defensa de los derechos de los trabajadores.

Obrero en Polpaico

Muy joven, se incorporó como obrero en la fábrica de cementos Polpaico, en la que se desempeñó por algunos años, hasta que fue despedido arbitrariamente por constituir un sindicato y reclamar mejores condiciones laborales. Estando en Polpaico, conoció y contrajo matrimonio con Margarita Luque, una joven de origen aún más humilde, que se desempeñaba como costurera. Luego de su despido en la cementera, la pareja se trasladó a Valparaíso. El se desenvolvió en múltiples oficios, hasta que hacia 1962 logró ingresar a la Empresa Portuaria de Chile. Será en ella donde desarrollará su principal trabajo político y sindical.

Apoyó activamente el fortalecimiento del sindicato portuario, llegando a ser dirigente nacional de ese tradicionalmente combativo gremio. En representación de la Confederación de Trabajadores Marítimo Portuarios Mariano Valenzuela, fue electo al Consejo Ejecutivo Nacional de la Central Única de Trabajadores y luego asumió como Sub-secretario Provincial de la CUT en Valparaíso.

Andrés Sepúlveda, ex diputado PS por Valparaíso e histórico dirigente portuario –fallecido en marzo del 2007-, recuerda que Ponce, al asumir sus nuevas responsabilidades direccionales, constató las limitaciones evidentes de su escasa escolaridad y que, lejos de amilanarse por esa situación, decidió enfrentarlas sin vacilaciones ni complejos, matriculándose en una escuela nocturna. A partir de ese momento, según su amigo, “su vida comenzó a gi¬rar como un torbellino que lo envolvió y le exigió cada día más esfuerzo, sacrificio y abnegación, pues tenía que cumplir con la jornada del trabajo diario, luego, en el sindicato y más tarde en la CUT, sin descuidar el trabajo propiamente partidario y responder adecuadamente en la escuela...”

Su vinculación al PS (al que ingresó en 1954, en la Seccional Limache) fue, probablemente, el momento más significativo en su vida como dirigente y luchador social. Por años ocupó diversas responsabilidades partidarias, siendo electo en 1969 secretario regional del PS en Valparaíso, a la cabeza de un equipo que incluyó, entre otros, al alcalde y parlamentario por Viña del Mar Armando Barrientos, a la dirigente del magisterio Isabel Cárdenas, al dirigente nacional de los trabajadores ferroviarios Víctor Irribarra, a los abogados Nelson Salinas, Antonio Tavolari y Eneas Catalán, y al médico, alcalde y parlamentario Alonso Zumaeta.

Con la notoriedad que adquirió en la vida política y social porteña, Exequiel logró recomponer, al menos parcialmente, la distante relación que siempre mantuvo con su padre. Pese a esa mayor visibilidadd, Ponce siempre se caracterizó por cultivar un perfil más bien discreto y reservado. Francisco Mouat, que trabajaría muy cerca de él durante la UP e inmediatamente después del golpe militar, recuerda: “El viejo era absolutamente reservado y con un alto sentido de la disciplina y de la seriedad en el trabajo partidario: era de los que llegaba primero y se iba último al local del Partido. No le gustaba figurar, al punto que, durante el período de la dictadura, estuvimos mucho tiempo sin conseguir fotos para realizar la campaña de solidaridad internacional por su libertad, simplemente porque no habìan fotos de èl”.

Hacia 1970, la casa que el matrimonio arrendaba en la actual Subida Ecuador se incendió. La pareja se trasladó entonces al local del regional del partido. Su hermano Renán, hombre aficionado a la literatura y reacio a las rigideces de la militancia, recuerda hasta hoy que cuando iba a visitar a Exequiel, “indefectiblemente terminaba participando en las reuniones políticas. Y cómo no, si su casa, en ese tiempo, era literalmente la misma casa del partido”.

En la direcciòn del Partido

Luego de su gestión en el Regional Valparaíso, en el marco del XXIII Congreso del PS , Ponce fue electo a su Comité Central y a la Comisión Política, haciéndose cargo de la Subsecretaría del Frente Interno, cargo que desempeñaría hasta el mismo 11 de septiembre de 1973.

Ese día, estuvo presente en las industrias Indumet y Sumar, como también en la Población La Legua, lugares en donde se libraron diversos combates en defensa del gobierno constitucional. Los militantes que actuaron ese día recuerdan con afecto que el “Cheque” -nombre con el cual se le conocía familiarmente en el partido- participó con entusiasmo en el fragor del enfrentamiento, arengándolos y compartiendo sus riesgos, “a pesar de su alto cargo, su ligera cojera y su exceso de peso, que le dificultaban el trote y la agilidad”.

Fue en la primera reunión oficial del Comité Central del PS después del golpe, realizada el 17 de septiembre en un lugar de la zona sur de Santiago, cuando Exequiel asumió como máximo responsable del PS, pasando a desempeñar la Secretaría General subrogante en la clandestinidad.

En 1974, Exequiel Ponce y Carlos Lorca -en medio del acecho represivo de la DINA- dieron una entrevista en el interior del país a un equipo periodístico alemán occidental, encabezado por el reportero Rolf Plufcke. La cita fue en una casa de seguridad en Ñuñoa y estas fueron algunas de las respuestas del jefe socialista:
Compañero secretario general subrogante, ¿qué tareas se le plantean al pueblo chileno en su lucha contra la dictadura?”Las tareas que se plantea el pueblo en estos momentos, y las tareas que se plantea el PS para enfrentar la dictadura, creo que son la parte más importante del desarrollo político que estamos viviendo. El Partido y la Unidad Popular tienen que buscar en esta etapa, fundamentalmente, una gran coincidencia orgánica y unidad de lucha.

Nosotros creemos que la lucha fundamental de la clase obrera y del pueblo pasa por recuperar para los trabajadores los derechos democráticos, las libertades públicas, el derecho a organizarse, el derecho a petición, el derecho a huelga, cosas que han sido cercenadas por la dictadura fascista. Por eso nosotros creemos que la tarea fundamental de los partidos proletarios, del Partido Socialista y del Partido Comunista, es buscar una coincidencia en estos puntos de vista, materializarla, liderarla y dirigirla, junto a los partidos de la Unidad Popular y, más allá de la UP, todos los sectores democráticos y patriotas que estén por enfrentar a la dictadura fascista.

Creemos que una de las tareas fundamentales también es la de adecuar la organización de la UP y la organización del Partido a los nuevos objetivos que en estos momentos están planteados. Por lo tanto, la tarea de los revolucionarios, la tarea de los patriotas, es organizarse en las poblaciones, las industrias, en los sectores estudiantiles, para que desde allí, de acuerdo a las nuevas características y las nuevas necesidades que se están planteando como consecuencia de esta lucha, poder enfrentar con éxito estas tareas fundamentales (…) Por eso nosotros planteamos que lo fundamental es, repetimos, las libertades públicas, las libertades democráticas, el derecho a organizarse, y el fortalecimiento y adecuación de la organización de la clase obrera y de los partidos al nuevo momento político que vivimos.

Estamos seguros que en el combate por las libertades democráticas y los derechos del pueblo reconocerán filas la inmensa mayoría de las bases de la Democracia Cristiana y, junto a ellos, todos los dirigentes consecuentes con la vocación libertaria y pluralistas de ese partido. No olvidemos que la propia directiva freísta del PDC, que participó en la confabulación, que la apoyó desde el primer momento, reconoció en su declaración del 27 de septiembre que “es ostensible que en torno a los militares rondan sectores de la derecha económica y política, parcialmente encubiertos bajo el ropaje de gremialistas, como asimismo grupos de reconocida mentalidad totalitaria, que procuran orientar la acción gubernativa hacia modelos represivos de corte capitalista y hacia la consolidación permanente de un sistema de gobierno dictatorial”.
¿Qué papel se propone jugar el Partido Socialista en esta lucha?”Nosotros quisiéramos, antes de contestar la pregunta, expresar que el Partido, a lo largo y ancho de nuestra patria, ha sido brutalmente golpeado por la dictadura fascista. Creemos, sin equivocarnos, no habiendo hecho todavía una evaluación exacta, que por lo menos la mitad de nuestra dirigencia, desde Arica a Magallanes, ha sido torturada, asesinada o se encuentra en prisión.

Creemos que deben preocuparse los compañeros de la solidaridad internacional por los compañeros Alejandro Jiliberto, Erick Schnake, Uldaricio Figueroa, Héctor Martínez y tantos otros compañeros más, como Carlos Lazo, que en verdad no sabemos cual ha sido su suerte (…) Planteamos esta inquietud a la solidaridad internacional, a los organismos internacionales: esta debe ser una preocupación de la Cruz Roja Internacional, debe ser una preocupación de los organismos de las Naciones Unidas, en definitiva debe ser una preocupación de todos los revolucionarios, de todos los progresistas.


En una carta fechada el 7 de mayo de 1975, dirigida a su mujer –refugiada en la RDA y enviada a través del “Rabito”, nombre con el que familiarmente él y su esposa conocían al joven dirigente socialista Jaime López-, Ponce hizo un completo balance de la situación política, social y económica a casi dos años de la implantación del régimen militar. Al mismo tiempo, reiteró la pertinencia de la línea de la unidad amplia antifascista:
”Los problemas que vive nuestro pueblo cada día son más difíciles. La política ejecutada por la dictadura, de “recuperación” económica, no rectifica nada, no es nada más que la continuación y profundización de la política social de mercado, reaccionaria y pro imperialista. El efecto que produce en las masas populares cada día es más brutal. Esto significa precios prohibitivos en vestuario y alimentación, salarios de hambre, cesantía, la nueva ley de arriendos golpea al arrendatario y protege al arrendador. Los organismos estatales, CORVI, CONHABIT, no construyen, por lo tanto el déficit habitacional cada día es más grave. Esta es una pequeña muestra de cual es la situación económica y social del país. A este marco, hay que agregarle una nueva acción represiva, tanto en forma masiva, allanamientos a las poblaciones populares, como a nivel individual o dirigidas a las organizaciones populares que trabajan en el país.

La crisis y la reorganización del gabinete hecha por la dictadura en abril, no tienen otro carácter que reafirmar lo que digo anteriormente. Pensamos que en el interior de la Junta y las Fuerzas Armadas triunfarán posiciones liberales en economía y portalianas en lo político, desplazando al sector fascista o neofascista. Dicho de otra manera, hay un acuerdo táctico entre la gran burguesía nacional y Pinochet, quien logra aglutinar en torno a él un sector importante de las FFAA. Esto cuenta también con el apoyo de un sector reaccionario de la DC, que ponen sus condimentos en este proyecto. Creemos que en el caso de las Fuerzas Armadas, no están definidos los problemas, en su interior jugaran tres sectores: un sector democrático burgués, otro reaccionario nacionalista y portaliano y un tercero fascista. La situación se puede mantener hasta fin de año si este nuevo ordenamiento político y ministerial no logra controlar la inflación (1975, sobre 200%). La situación es impredecible en el interior de las Fuerzas Armadas. A la gran burguesía nacional y al imperialismo no se le presentan alternativas claras, como en 1973, para encontrar administradores del Estado y sus intereses. De allí la importancia de fortalecer y desarrollar nuestro trabajo, apurar la constitución del frente antifascista, para golpearlos, debilitarlos y desgastarlos, en el momento preciso.

Los problemas al interior del Partido, en la medida que pasa el tiempo, se aclaran más y el prestigio y respeto a la dirección interior son más grandes y fuertes. Esto no quiere decir que no existan problemas, las fracciones de todos los pelajes se siguen moviendo, avalados, desgraciadamente, por la desidia e indecisión, por un lado, de los que están afuera y, por otro, por la falta de medios que permitan dar un gran impulso al trabajo orgánico y de masas, que permita desarrollar políticas y tácticas más audaces para golpear a la dictadura y a la vez dar un fuerte impulso, por la base, al frente antifascista.

Como usted puede ver, esto fortalece mucho más la decisión de luchar desde adentro, cualquiera que sea nuestra suerte en particular, lo que importa en definitiva es nuestro aporte a la lucha liberadora de nuestro pueblo. No esperamos nada en particular por ello, solamente que se entienda que la política que elaboramos e impulsaremos tiende a encontrar el más amplio apoyo de los trabajadores y del pueblo.

Esta política pasa por los partidos de la UP y de los sectores que no estuvieron ella (el MIR, a pesar de lo golpeado que está hoy), vemos también en este frente a la DC... Entendemos que este acuerdo con la DC pasa por que el sector progresista domine en ese partido, pero un elemental sentido táctico nos indica que tenemos que llamar a la DC en su conjunto, para que no los acusen el exterior a los sectores progresistas de rupturistas, y ese partido no sea ganado por los sectores reaccionarios, léase Frei, para posiciones reaccionarias, ya sea de apoyo a la Junta, a una salida democrático liberal con algunos sectores populistas (a propósito tenemos bastantes antecedentes sobre una detención domiciliaria de Bonilla, por confirmar). Ese es el sentido y el contenido que le damos al frente que derrocará a los actuales usurpadores del poder. Para estos efectos, adecuaremos las formas y métodos de lucha a las condiciones objetivas y subjetivas que se den en el proceso, por lo tanto, formaremos al Partido, a los trabajadores y al pueblo en estos principios.

Es correcto reconocer que las condiciones y dificultades de trabajo y de lucha son muy duras, y si además agregamos a las dificultades internas los problemas externos, donde campean las deformaciones e incomprensiones de dirigentes y militantes, muchos de ellos mal intencionados y oportunistas."

En la misma misiva Ponce, da cuenta “en caliente” de la precaria situación que vive el PS a causa del acecho de la DINA:
“(…) La represión nos sigue golpeando a nivel de regionales y seccionales. En Santiago, sobre todo en el Comité Regional Cordillera (se refiere a las detenciones de los dirigentes Claudio Thauby y Jaime Robotham, ocurridas el 31 de diciembre de 1974, y a la captura de Alfredo Rojas Castañeda, detenido el 4 de marzo de ese año.). A nivel de dirección central, se han producido dos apresamientos muy lamentables, la compañera Fidelia H y el compañero “Gabriel” (se refiere a Fidelia Herrera y a Ariel Mancilla) asunto que desde el punto de vista de la seguridad y organización, los hemos superado, pero tememos por sus vidas, sigue siendo un trabajo de primer orden la solidaridad internacional.”
En los meses previos a su captura, Ponce llegó a la convicción que la dictadura se prolongaría en el tiempo. A esa altura, recuerda Francisco Mouat, “su única aspiración, en caso de llegar vivo para el momento del fin del régimen, era hacerse cargo de la calificación del reingreso al PS de sus militantes. No se le pasaba por la mente reclamar un rol relevante para sí mismo”. Ello quedaba manifiesto en la última parte de la extensa carta enviada a su mujer en la RDA:
"Yo he querido plantearle estos problemas políticos porque usted no es ajena a los problemas que hay en Berlín, a la situación interna del Partido, es por esto que es bueno que sepa lo que pienso y además, de que estoy informado que algunos “próceres” del Partido, en forma desleal y paternalista, han querido interpretar mi pensamiento a su amaño y mezquinos intereses.

No tengo que recurrir a ningún argumento personal ni sentimental para que sepa la verdad con respecto a mi posición política, honestidad, decisión de luchar, el argumento más sólido es la verdad. Pero los militantes y dirigentes honestos del exterior tienen que luchar con la misma firmeza dentro y fuera del Partido, por las posiciones correctas y proletarias. No hay otra alternativa para vencer. Esa es nuestra decisión en el interior. Ya llegará la oportunidad de enfrentar a algunos de los interpretadores de pensamientos ajenos, que cínicamente también, le hacen al paternalismo. Que sepan también que no es honesto ni justo usar los compañeros en sus cabronadas, así no entiendo la lucha ideológica en el seno del Partido. Que tengan la más absoluta seguridad que no la voy a usar, pero que sepan que estos métodos no se olvidan con facilidad. Que no perderé la oportunidad de pedir cuentas a los detractores y a los interpretadores."

En la madrugada del día 25 de junio de 1975, tres vehículos de la DINA llegaron en horas del toque de queda a la calle Tocornal N° 557, en Santiago. La puerta fue abierta por el dueño de la pensión, Joaquín Palacios Izquierdo, al que le preguntaron por el arrendatario “que trabaja en Ferrocarriles y vive en la última pieza”. Efectivamente, la “leyenda” que Ponce había señalado al propietario del lugar era que se desempeñaba en los Ferrocarriles del Estado. Los sujetos, que se presentaron como “agentes especiales”, detuvieron a Exequiel y su enlace, la joven secretaria Mireya Rodríguez, a la vez que allanaban el cuarto en busca de documentos y dinero.

Con la captura de Ponce, la DINA propinó un severo golpe a la reorganización del Partido Socialista en Chile. La dictadura siempre negó su detención, al igual que en los casos de Carlos Lorca y Ricardo Lagos Salinas, pero diversos testigos detenidos por los servicios de seguridad supieron de su paso por Villa Grimaldi.

Héctor Riffo Ramos, recluido en ese recinto secreto de la DINA, fue sacado en una oportunidad por los agentes y llevado a reconocer a “Gino”, un enlace de Ponce. El operativo no funcionó y Riffo fue acusado por los agentes de haberles dado “un punto falso”. Cuando les hizo notar que no era él quien había dado el antecedente, los agentes comentaron: “El Viejo nos jugó chueco”…. Riffo se apercibió que hablaban de Ponce. Ya lo habían interrogado sobre el jefe socialista.

Por su lado, cuando al joven médico Edwin Patricio Bustos militante del MIR-detenido en el lugar- lo interrogó Osvaldo Romo Mena, éste le manifestó “así que tu hacías la misma pega que hacía el viejito Ponce”, aludiendo a su tarea de organización de clínicas clandestinas para la resistencia y al contacto con embajadas extranjeras.

Emilio Iribarren, también militante del MIR, fue detenido el 4 de enero de 1975. Tras permanecer un tiempo en Villa Grimaldi, se convirtió en colaborador de la DINA. Hoy vive en Nueva York, y ha colaborado con su testimonio en diversas investigaciones que se siguen en torno a la actuación de la DINA. A mediados de 1975 observó algo que nunca olvidó: “Un hombre fue largamente torturado por 24 ó 48 horas. Fue colgado con una soga que le amarraba las manos por detrás. La soga pasaba por encima de una viga. Unos agentes tiraban de la cuerda hacia una polea, levantando al detenido, al tiempo que lo apaleaban brutalmente. El prisionero estaba desnudo y le mojaban el cuerpo para aumentar el efecto de la electricidad. Aquella vez le dieron hasta la madrugada. Gritaba. Cada vez que miré, pude ver a Germán Barriga dirigiendo personalmente la tortura. Al Viejo Exequiel Ponce lo torturaron brutalmente”.

Al momento de su secuestro, "El Viejo" apenas tenía 41 años de edad.

COMPAÑERO, TE INVITO UNA CERVEZA
Testimonio de Máximo Pacheco

Yo estudiaba economía en la Universidad de Chile y militaba en el MAPU desde que había entrado a la universidad, en 1971. A través de un compañero de la Escuela, se me pidió que ayudara a producir una reunión, no se me dijo de quiénes, pero sí que eran importantes, y por lo mismo, debían considerarse todas las medidas de seguridad del caso, pues se trataba de personas muy buscadas por el régimen.

Tenía que trasladar a una persona al sitio de la reunión, esperar y regresarlo al lugar de origen.

Se me advirtió del riesgo. Debía actuar con extremada prudencia, aplicación y cuidado. Me dieron indicaciones prácticas: auto bien lavado, yo bien vestido, con corbata, se me tenía notar que era del barrio alto.

Debía bajar por Bellavista hasta el semáforo que sigue al Colegio Patronato San José, allí iba a estar la persona junto al quiosco, leyendo y con La Segunda del día anterior bajo el brazo. Debía preguntarle: “¿Sabe usted qué micro tomar para ir a Vicuña Mackenna?”. Y él diría: “Sí, yo te acompaño”.

Llegué puntualmente, vi al personaje tal cual, subimos a mi auto y lo llevé adonde me habían indicado. En el camino no hablé nada y él tampoco. Pienso que se dio cuenta de mis nervios y de mi extrema concentración en lo que hacía, y no quiso añadir más tensión: tenía que respetar todas las normas, no exponerme a ser detenido por una infracción de tránsito.

Debía ser la una de la tarde. Llegue a la casa de la reunión, entré por el portón con el auto. En la casa reconocí a Jaime Gazmuri, a quien no veía hace mucho tiempo, nos dimos un gran abrazo. Jaime se mostró amistoso como siempre, carismático, simpático y extrovertido. Me agradeció. Me quedé en la casa mientras se reunían. Fue largo, más de tres horas.

Partimos de regreso en el auto. Yo más distendido, todo iba bien. Al rato, el hombre me dijo que quería pedirme un favor muy personal: que lo acompañara a tomarse una cerveza. Yo creo que se sintió seguro porque no conocía el barrio y no era conocido allí. “Yo, feliz –le dije–, pero me han pedido que sea muy cuidadoso. Me resulta muy difícil, estoy arriesgando tu seguridad, esto va en contra de todo lo que me han pedido.”

Insistió: “No te preocupes, es bajo mi responsabilidad”.

Íbamos bajando por Avenida Kennedy, a la altura de Américo Vespucio. Yo conocía el sector y sabía que por ahí había una fuente de soda. Nos bajamos.

No me dijo quién era, ni yo se lo pregunté. Ya en la mesa, con las cervezas, que pagó él, solos, medio a oscuras (era un sitio como para obreros de la construcción), me dijo: “Compañero, te quise invitar esta cerveza, primero porque me produce alegría ver que hay gente joven como tú que está ayudando. Creo que nosotros, como generación, cometimos muchos errores, y como generación de dirigentes la lucha que estamos dando tiene sentido solamente porque existe gente como tú que nos va a reemplazar, porque nosotros somos todos hombres muertos. Nosotros no vamos a sobrevivir a esto. Y te quise invitar esta cerveza porque lo único que justifica nuestra lucha es que haya una generación como la tuya que le dé sentido”.

No fueron más de diez minutos, me dejó muy marcado, fue muy emotivo. Obviamente, vi que era un hombre de mucho nivel. Muy afectuoso, directo, tal vez un poquito depre, pero sobre todo, lúcido: sabía que estaba acorralado, con el agua hasta el cuello.

Yo guardé silencio. Después le conté que estudiaba economía en la Universidad de Chile y que en la Escuela había mucha gente como yo.

Lo dejé en la Escuela de Derecho, como me habían indicado, y llamé por teléfono a mi contacto para avisar que todo había salido bien.

Al día siguiente, en la Escuela, lo comenté con el compañero del MAPU OC que me había hecho la petición: “Un solo problema, no pude convencerlo de no salirse de las reglas”: la cerveza. Entonces me enteré de quién era.

Al poco tiempo, semanas o días quizás, fue detenido con el resto de la Dirección del PS y desapareció. Cuando lo supe, no pude dejar de pensar que podríamos haber caído juntos”.

jueves, 17 de junio de 2010

Conmemoramos el 35° aniversario de su detención y desaparecimiento a manos de la DINA

 y a Ariel Mancilla



Conmemoramos el 35° aniversario de su detención y desaparecimiento a manos de la DINA
HOMENAJE A EXEQUIEL PONCE VICENCIO,
RICARDO LAGOS SALINAS, CARLOS LORCA TOBAR, VICTOR ZEREGA, MICHELLE PEÑA HERREROS, MIREYA RODRIGUEZ, CAROLINA WIFF,
SARA DONOSO Y ROSA SOLIZ.

El 25 de junio de 1975, fueron detenidos por la DINA, los últimos miembros activos de la primera Dirección Clandestina del Partido Socialista de Chile.
Ponce y Lagos, fueron elegidos al Comité Central y a la Comisión Política del PS en el Congreso de La Serena, en enero de 1970, al igual que Víctor Zerega Ponce, asesinado por la DINA en abril de 1975.
Lorca, en su calidad de Secretario General de la Juventud Socialista se integró a la dirección clandestina en octubre de 1973.
Michelle (embarazada de 8 meses al momento de su detención), Mireya, Carolina, Sara y Rosa, se integraron a las estructuras de apoyo generadas a partir del golpe militar.
-Por su lealtad al pueblo, al Presidente Allende y a los principios fundantes del socialismo chileno.
-Por su profunda y certera definición del carácter de la dictadura y del proceso de refundación capitalista iniciado el 11 de septiembre de 1973.
-Por su aporte a la unidad del pueblo y a la lucha por la democracia y la libertad.
-Por la coherencia demostrada entre su pensamiento teórico y su práctica política.
-Por el gigantesco legado moral que dejaron a las futuras generaciones por encima de todo sectarismo y estrechez partidista.
LES DEBEMOS UN HOMENAJE DE GRATITUD Y RESPETO.
VIERNES 25 DE JUNIO DE 2010, 19 hrs.,
AUDITORIUM DE LA ANEF
(Alameda esquina Tucapel Jiménez, metro estación Los Héroes)

martes, 15 de junio de 2010

revelacion exclusiva - Un hermano de Piñera también defiende a la dictadura de Chile

José Piñera fue funcionario de Pinochet. Justificó el “inevitable” golpe de Estado que “evitó el comunismo”. Comparó a Allende con Hitler.

Por Leandro Dario

Si, juro. Augusto Pinochet le toma juramento a José Piñera en 1978. El hermano del actual presidente fue ministro de Trabajo.

“Quien desde el poder viola la Constitución es quien le da un golpe al sistema democrático y deviene en tirano”, aseveró José Piñera, acusando al ex presidente Salvador Allende de ser el culpable del quiebre constitucional en 1973. En declaraciones exclusivas a PERFIL, el hermano del actual mandatario chileno reavivió la polémica que vive ese país acerca de los años de plomo, acrecentada tras la renuncia en Buenos Aires del embajador que justificó la dictadura. El ex ministro de Trabajo y Previsión Social y de Minería de Augusto Pinochet es un hombre habituado a las nuevas tecnologías y a las redes sociales. Lo que comenzó con un pedido de entrevista a través de su cuenta de Twitter, derivó en un inusual reto desde el otro lado de la cordillera: “Acepto tantas preguntas como goles argentinos a Nigeria”, propuso el artífice en su país del sistema privado de jubilaciones.
Consultado sobre si consideraba legítimo el golpe de Estado de Pinochet, José Piñera responsabilizó a Allende y puso un controvertido ejemplo: “El caso más famoso de la historia fue el de Adolf Hitler en 1933: fue elegido democráticamente y devino en tirano”.
“Lamentablemente, la Constitución vigente en 1973 en Chile hacía casi imposible remover a un violador de la Constitución y la ley”, completó a este diario el hermano presidencial. Entre los argumentos esgrimidos, Piñera aseguró que el dirigente de la Unidad Popular había firmado en 1967, junto al Partido Socialista, “una verdadera declaración de guerra a la democracia”, en la que se aseguraba que “la violencia revolucionaria es legítima y es la única vía para tomar el poder”.
No son nuevas las justificaciones del pinochetismo de José Piñera. Este economista de 61 años había asegurado en su libro Una casa dividida, editado en 2005, que “las Fuerzas Armadas, al remover al gobierno de la Unidad Popular, no realizaron un típico golpe de Estado latinoamericano, sino que obedecieron un mandato moral y político de la Cámara de Diputados”. En esa publicación también sostuvo que “la intervención militar fue el resultado de una rebelión civil ante una tiranía”, al tiempo que agregó que la irrupción de los uniformados comandados por Pinochet fue “legítima e inevitable”.
Con esta particular visión del gobierno de facto, que dejó como saldo 2.095 muertos y 1.102 desaparecidos, el hermano presidencial aumentó aun más la polémica generada por el ex diplomático Miguel Otero, quien manifestó que la mayoría de la población chilena no había sentido la dictadura y que sin la intervención militar Chile se hubiera transformado en Cuba. José Piñera abonó esa teoría en otro de sus libros, Un camino nuevo. “La intervención de las Fuerzas Armadas chilenas fue una acción conjunta de las cuatro instituciones armadas para evitar una dictadura comunista en Chile”, señló en ese libro publicado en 1993.
“Quienes de verdad removieron a Allende fueron los 81 diputados chilenos que votaron a favor del Acuerdo del 22 de agosto de 1973”, opinó Piñera al argumentar que, según su visión, Pinochet actuó por mandato de los legisladores.
Pero el primer Piñera en buscar la presidencia de Chile –fue candidato a principios de los 90– no sólo tiene esta particular visión del quiebre constitucional, sino que además asegura que formó parte de una revolución liberal en lo político, económico y social, refiriéndose a su labor ministerial durante la dictadura, que se inició cuando fue designado por Pinochet en 1978 para la cartera de Trabajo y Previsión Social. Esgrimiendo una defensa sobre su papel durante el pinochetismo, Piñera asegura que luego de dejar el gabinete en 1981, escribió setenta artículos periodísticos “en defensa de los derechos humanos y la democracia”. El economista tiene una relación distante con su hermano presidente, pero en la última campaña electoral salió en su defensa cuando el candidato fue acusado por evadir a la Justicia.
Pero la polémica generada por José Piñera puede ser aún mayor. El creador del sistema de Administradoras de Fondos de Pensión no se olvidó de la Argentina. “Chile no debió apoyar a Néstor Kirchner en Unasur, por ser un político deshonesto, chavista y capo de un país vecino”, anunció en su Twitter. Además, durante los festejos del Bicentenario argentino, calificó como una imagen del Tercer Mundo una foto en la que aparecía la presidenta Cristina Kichner en la Casa Rosada, junto a otros siete mandatarios de la región y dos retratos de Juan Domingo Perón y Allende. Para mostrar su indignación, José remarcó la imagen de Allende.
Con la sociedad convulsionada por el debate sobre los efectos del pinochetismo, Sebastián Piñera tiene un nuevo motivo para preocuparse: las críticas a Allende y la justificación del golpe militar que desgarró a Chile llegan ahora desde su propia sangre.

Diario Perfil

jueves, 10 de junio de 2010

Debates Virtuales Elecciones PS 2010 Inaugura Sitio Web

 
Santiago 09 de junio de 2010.


Debates Virtuales Elecciones PS 2010 Inaugura Sitio Web

En el marco de las próximas elecciones internas del Partido Socialista de Chile, y con el objeto de fomentar el debate y el intercambio de ideas entre los candidatos y la militancia socialista, un grupo de éstos, con el auspicio de la Fundación Friedrich Ebert y el patrocinio de la Fundación Chile 21, el Instituto Igualdad, la Corporación ProyectAmérica, y la asesoría del Observatorio de Género y Equidad, han organizado la iniciativa “Debates Virtuales PS 2010”.

Para cumplir su objetivo, este proyecto utilizará dos de las más importantes redes sociales presentes en Internet: Facebook y Twitter. De este modo, tanto la militancia socialista como la ciudadanía en general, podrán conocer las propuestas de los-as candidatos-as e interactuar con ellos.

La iniciativa “Debates Virtuales PS 2010” contará con el sitio www.eleccionesps.cl como plataforma oficial de información, a través de la cual la ciudadanía y la militancia socialista podrán enterarse de los aspectos más relevantes de las próximas elecciones internas del Partido Socialista de Chile: agenda y programa de los candidatos, mecanismo de elección e información sobre cómo participar en esta iniciativa. A su vez, en esta plataforma los candidatos entregarán sus propuestas sobre cada uno de los temas planteados, mientras la ciudadanía y la militancia podrán aportar con preguntas al debate.

El sitio www.eleccionesps.cl se encuentra disponible y plenamente operativo a partir del día de hoy.

Cuatro de los candidatos a la presidencia del Partido Socialista de Chile, Osvaldo Andrade, Marcelo Díaz, Álvaro Elizalde y Fulvio Rossi, han confirmado su pleno apoyo y participación en el proyecto “Debates Virtuales PS 2010” y participarán a través de entrevistas personales y un debate final.


Algunos de los canales de conversación y difusión serán:

  • Twitter: a través de la cuenta @electPS y el hashtag #electPS.
  • Entrevista personal, vía Twitter, a cada uno de los candidatos a la Presidencia del PSCH.
  • Debate online de los candidatos transmitido vía streaming.


Contactos de Prensa:

Natalia Flores González         cel. 7475 25 40           nataliafloresg@gmail.com
María José Becerra                cel. 7982 59 26           lagatto@gmail.com

miércoles, 9 de junio de 2010

INVITACIÓN A OTRAS LISTAS FRENTE A IRREGULARIDADES

Ante las graves irregularidades y omisiones en la elaboración y actualización del padrón Partidario, la lista RECUPERACIÓN- PARTICIPACIÓN- SOCIALISMO declara:



  1. Que  nos hacemos partícipe de la condena de esta manera de hacer política porque atenta contra los principios democráticos, participativos y de transparencia que representa nuestra identidad socialista.

  1. Que demandamos la creación de una comisión idónea conformada por el nuevo Secretario de Organización (en interinato) y representantes de todas las listas en competencia,  para garantizar la transparencia democrática y la garantía de ecuanimidad  a las  y los socialistas.

  1. Además demandamos la postergación de las elecciones hasta lograr la superación de las irregularidades mencionadas hasta que garanticemos a los y las socialistas y a la comunidad nacional que el Partido Socialista realiza un proceso ejemplar democráticamente.

  1. Que invitamos a los y las candidatos(as) de las otras listas al aplazamiento de las elecciones y a la realización de un Congreso General antes de las elecciones.

Jorge Coloma A.
Vocero Lista
RECUPERACIÓN PARTICIPACIÓN SOCIALISMO

El golpismo, igual que la viruela

8/06/10

Por Luis Bruschtein

En la Asamblea General de la OEA que se realiza en Lima, Hillary Clinton tanteó a los demás cancilleres para lograr la reincorporación de Honduras. La mayoría de los países latinoamericanos se mostró renuente para abrirle la puerta al presidente Porfirio Lobo, porque no ha tomado ninguna medida contra los militares que dieron el golpe en su país. Clinton desistió y el consenso fue que la OEA no trataría ese tema en público. No quieren poner más en evidencia la debilidad de Lobo y tampoco quieren que cualquier medida contra los golpistas sea interpretada como una imposición. Por historia y por sobrevivencia, el golpismo militar siempre será importante para los gobiernos civiles de la región, nunca un tema menor. Por eso las declaraciones del embajador chileno en Buenos Aires, Miguel Otero, producen tanto ruido.
No solamente es una cuestión histórica. Las mayorías en este país y en todo el mundo detestan a Pinochet. Se lo detesta por lo que hizo en Chile y por lo que cada pueblo emparenta con cosas que sucedieron en sus propios países. Y de la misma manera se rechaza la idea del golpe militar.
En los años ’70 solamente dos o tres países de la región no tenían dictaduras militares. En muchos casos, como en el argentino o el boliviano, había dos o tres golpes por año. Era una lacra que empastaba la vida económica y social, impedía cualquier tipo de progreso y promovía la violencia. Y no se veía ninguna salida de ese infierno, porque, además, los gobiernos norteamericanos, las jerarquías eclesiásticas y los capitales concentrados y transnacionales estimulaban y eran favorecidos por él.
El golpismo es un camino de ida. No hay nada más fácil que entrar y después es casi imposible salir. Y además, la tentación es permanente, aunque hayan pasado años sin que se ejerza. Por eso, la mejor forma de tratarlo en la actualidad es como si fuera el virus de la viruela. Apenas queda suelto, hay que aislarlo y combatirlo. No se puede hacer ninguna concesión porque cada una que se haga será el escalón que tendrá el siguiente.
A Clinton, la tozudez de casi todos los gobiernos sudamericanos frente a Honduras puede parecerle irracional porque no vivió ni entiende el fondo de esta historia y las sensibilidades lógicas que despierta. Pero en ese tema tiene razón la intransigencia. No sólo se cuidan ellos mismos de un contagio, sino que además así también apuntalan el poder democrático en Honduras.
En ese contexto aparece el embajador de Chile y habla de Pinochet en los mismo términos en que lo hicieron los golpistas hondureños. En eso no hay originalidad. El golpe en Honduras se produjo unos meses antes de que finalizara el mandato de un presidente democrático y hubiera elecciones. No tenía sentido. Fue pura demostración de fuerza. Un ejemplo que se proyecta hacia todas las situaciones de crisis política o social que se puedan producir en América latina.
Las palabras de Otero parecen calcadas de las del presidente de facto hondureño Roberto Micheletti. Claro que Pinochet es más conocido que el golpista centroamericano. Justifica el golpe porque con Salvador Allende “no se podían comprar productos importados”. Y dice, como todos los golpistas, que la mayoría de los chilenos no vivió a Pinochet como un dictador.
Ningún gobierno, sea de Chile o de cualquier otro país, del color político que fuere, tiene derecho a enviar embajadores que se expresen de esa manera, que vayan en detrimento del esfuerzo por apuntalar los procesos democráticos que se abrieron en las últimas décadas. Eso es independiente del debate interno en Chile con los pinochetistas.
Puede parecer un cavernícola, un anacrónico o que sus palabras no pesan. Pero es como la viruela. Está erradicada desde hace muchos años y nadie se cruza de brazos: ante el primer síntoma se reacciona con energía, se toman todos los recaudos. Hablar bien de las dictaduras o del golpismo tiene un eco interno aunque se hable de Pinochet, no es aconsejable que lo hagan embajadores en esta parte del mundo.

Página 12

martes, 8 de junio de 2010

LISTAS CALIFICADAS C C Elección Nacional

El Tribunal Supremo del Partido Socialista de Chile viene en informar que el día sábado 05 de junio de 2010, habiéndose vencido el plazo estipulado en el artículo 13, inciso final, resolvió definitivamente la calificación de las listas de candidaturas al Comité Central de elección nacional, que se indican de acuerdo a su declaración y orden de inscripción:

LISTA “FRENTE ALLENDISTA”

· SERGIO SALAZAR SOTO

· JULIAN ALCAYAGA OLIVARES

· CAROLINA BARRETO CASTRO

· SOLEDAD CARTES PUELLES

· JUAN MIRANDA CORDERO

· JAMADIER PROVOSTE MORALES

· SANDRA YAÑEZ JIMENEZ

· HECTOR LOPEZ OLAVE


LISTA “RECUPERACION- PARTICIPACION- SOCIALISMO”

· SERGIO ANTONIO BRAVO BAEZA

· ALFONSO GUERRA MUÑOZ

· ADOLFO LARA BUSTAMANTE

· LORENZO MARTINEZ HERNANDEZ

· AIDA OLEA MORALES

· ADRIANA PADIN VILLEGAS

· ANDREA ISOLDA PALACIOS GUTIERREZ

· LUIS ERNESTO SILVA OLEA

· CECILIA SUAREZ INDART


LISTA “CONVERGENCIA ALLENDISTA”

Sub Pacto “Socialistas por el cambio”

· ALVARO ELIZALDE SOTO

· ANA BELL JARAS

· DIEGO CABEZAS FUENTES

· GUIDO CAMU URZUA

· NICOLAS CAMUS LAVIN

· JORGE DAZA LOBOS

· RAUL DIAZ NAVARRO

· FIDEL ESPINOZA SANDOVAL

· MAYA FERNANDEZ ALLENDE

· VERONICA FLORES SAAVEDRA

· NADIA PEÑAFIEL GONZALEZ

· ANDREA PEÑAILILLO TAPIA

· ANDREA QUIERO GELMI

· NATALIA RIOS ROJAS

· VALESKA RIVERA QUILAPI

· NICOLE ROJAS MOLINA

· VIVIANA ROMERO TORRES

· RODRIGO SALCEDO HANSEN

· ANDRES SANTANDER ORTEGA

· JAIME TOHA GONZALEZ

Sub Pacto “Nuestra revolución”

· MARCELO DIAZ DIAZ

· ROBERTO ARAVENA SEPULVEDA

· MARIANA ARELLANO OGAZ

· CAROLINA CARRERA FERRER

· MERCEDES CORDOVA ESPINOZA

· MIREYA GARCIA RAMIREZ

· IGNACIO LLEDO OTEIZA

· EDUARDO MUÑOZ INCHAUSTI

· MARIO SILVA ALVAREZ

· BERNARDO VARGAS FERNANDEZ


LISTA “POR CHILE: UNIDAD SOCIALISTA”

· OSVALDO ANDRADE LARA

· FULVIO ROSSI CIOCCA

· SERGIO AGUILO MELO

· FRANCISCA ALBORNOZ MARTINEZ

· CARMEN GLORIA ALLENDE CASTRO

· EDDA ALVARADO PAILLAVIL

· WILLIAM ARA DROGUETT

· FELIPE BARNACHEA VASQUEZ

· IVAN BORCOSKY GONZALEZ

· LYA GONZALEZ GONZALEZ

· ALEJANDRA HIDALGO IBARRA

· JAVIER INSULZA MERLET

· NATALIA LEON PARDO

· LUIS MAIRA AGUIRRE

· DANIEL MELO CONTRERAS

· RICARDO NUÑEZ MUÑOZ

· LAURA PIZARRO ARAYA

· JULIO TITO PIZARRO SAAVEDRA

· JAIME ROMERO ALVAREZ

· PATRICIA SILVA MELENDEZ

· RAUL SUNICO GALDAMES

· ANA LYA URIARTE RODRIGUEZ

· ALEJANDRA VALENZUELA CAMPOS

· PAULINA VODANOVIC ROJAS


Constitución del Tricel del Comunal

En el ampliado del Comunal Laurita Allende del PSCh en España se constituyo el Tricel, que lo forman los compañeros:

Raúl Hernández
Salvador Laura
Jessica Riquelme

Las elecciones se realizaran el 4 de julio de 2010

Comunica cambio de fecha de elecciones partidarias

07 de junio de 2010
COMUNICADO

Conforme a la resolución adoptada por este órgano partidario, de fecha  25 de mayo de 2010, el Tribunal Supremo del Partido Socialista de Chile, informa que las elecciones internas del Comité Central de elección nacional y regional, Direcciones Regionales y Direcciones Comunales, se realizarán el día 4 de julio de 2010.

El Tribunal Supremo exhorta a las autoridades partidarias y a la militancia en general, a participar en el acto eleccionario con sentido democrático y de respeto tanto, a las opciones en disputa como a la institucionalidad que rige la vida política interna. 


Fraternalmente,


TRIBUNAL SUPREMO
   PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE  
 

Exclusivo: Audio de la entrevista a Clarín desmiente explicaciones de embajador Otero y agudiza sus contradicciones

Equipo CIPER | 8 de Junio de 2010 | | Imprimir

Tras sus polémicas declaraciones al diario argentino Clarín, donde afirma que “la mayor parte de Chile no sintió la dictadura” y desconoce los documentos desclasificados de la CIA referentes al golpe de Estado, el embajador Miguel Otero se justificó en Chile afirmando haber sido sacado de contexto: “Me hicieron una entrevista que duró dos horas y lo que sale es un resumen mínimo destinado a crear noticia que no corresponde a lo que realmente dije”. CIPER tuvo acceso al audio completo de la entrevista con Clarín y la reproduce integramente con excepción de lo que él expresamente pidió que no fuera publicado. La entrevista duró menos de una hora y en ella el embajador dijo exactamente lo que publicó el diario argentino y varios otros dichos contradictorios. Entre otras cosas que no salieron impresas, Otero declara su admiración por el régimen militar y niega haber sabido de las violaciones a los derechos humanos. Sepa cómo se originó la bochornosa entrevista que el propio embajador en Argentina gestionó y que hoy lo tiene en la cuerda floja.
Ayer lunes por la mañana, cuando sus palabras al diario Clarín de Argentina eran el comentario obligado del mundo político de ambos lados de la cordillera, el embajador chileno dio una entrevista a radio Agricultura en la que aseveró que fue sacado de contexto: “Me hicieron una entrevista que duró dos horas y lo que sale es un resumen mínimo destinado a crear noticia que no corresponde a lo que realmente dije”. De esta forma, el representante de Sebastián Piñera en Buenos Aires justificaba sus polémicas declaraciones aparecidas el domingo pasado en el diario trasandino de mayor circulación.
En esa publicación, Otero no sólo desconoce los documentos desclasificados de la CIA que comprueban la intervención de Estados Unidos en el golpe de Estado en Chile, sino que además asevera que “la mayor parte de Chile no sintió la dictadura. Al contrario, se sintió aliviada (…) Las calles se limpiaron, empezó a haber trabajo. La represión la conocimos mucho más tarde. Se juzga sin conocer la realidad de lo que vivió Chile (…) Si no hubiera existido el pronunciamiento militar, Chile hoy sería Cuba”.
Sus palabras despertaron las protestas de la Concertación y la incomodidad del gobierno, que lo instó a dar explicaciones. Si bien más tarde Otero se mostró arrepentido de sus declaraciones en Argentina y lamentó “profundamente haber incurrido en un mal entendido”, no se desdijo de la acusación de haber sido tergiversado por el medio trasandino. Frente a ello, CIPER tuvo acceso al audio completo de la entrevista con Clarín y la reproduce incluyendo controvertidos fragmentos que no fueron publicados.
De su revisión se desprende que la entrevista duró menos de una hora -y no más de dos como dijo Otero- y en ella el embajador aparece diciendo exactamente lo que publicó el diario argentino.
Incluso más: tal como puede constatarse en el audio que usted puede escuchar y que también transcribimos a continuación, el representante chileno en Buenos Aires niega haber conocido oportunamente de violaciones a los derechos humanos. “La represión no la conocimos hasta mucho más tarde. Se juzga sin conocer la realidad de lo que vivió Chile en ese momento. El país no estaba de acuerdo con ninguna dictadura, el país estaba de acuerdo con el orden, la tranquilidad y la posibilidad de emprendimiento. En los primeros tiempos no se supo de la violación a los derechos humanos. Nunca se supo”, dice el embajador y agrega: “(Con Allende) Chile no estaba viviendo una democracia ni era un país tranquilo, era una guerra civil encubierta en todos los campos y en todos los
frentes”.
Ya desatada la controversia, y de regreso en Chile, Miguel Otero se mostró arrepentido de haber “aceptado” la entrevista con Clarín. Sin embargo, la información recabada por CIPER indica que fue el propio embajador chileno quien la solicitó. Su intención era desmentir la información de un artículo firmado por la corresponsal de Clarín en Chile, Mónica González , aparecido el pasado 8 de abril, el mismo día en que Sebastián Piñera visitó Argentina en lo que constituyó su primera visita de Estado.
El mencionado artículo daba cuenta del pasado pinochetista de Otero y su actuación como fiscal de la Universidad de Chile, que derivó en una razzia contra profesores y alumnos que no comulgaban con la dictadura. El artículo también recordó el papel que el representante de Piñera en Argentina cumplió como asesor de las comisiones legislativas de la Junta de Gobierno. En la entrevista con la periodista de Clarín , Hinde Pomeraniec, el embajador chileno no sólo desconoció haber asesorado a la Junta de Gobierno, sino también, en tanto reemplazante en el Senado del asesinado Jaime Guzmán, haberse opuesto a la eliminación de los senadores designados. También negó su actuación en el caso Piñeragate, lo que le valió la inhabilitación a cargos por tres años por parte de su propio partido, Renovación Nacional.
Pese a que varios de los hechos mencionados son de público conocimiento en Chile, en la entrevista al diario argentino Otero se quejó de que “me publicaron una nota que no tiene una coma de verdad”.
Dos meses después de la publicación que marcó su debut como embajador, Miguel Otero consiguió dar su versión de los hechos. Pero sus explicaciones terminaron enredándolo en un bochorno diplomático que hoy lo tiene en la cuerda floja.

Transcripción de la entrevista de Clarín a Miguel Otero

-¿Usted cree que nosotros lo recibimos mal en la Argentina?
Sí, creo que me publicaron una nota que no tiene una coma de verdad. Creo que soy la única persona en Chile que en 1974, el 30 de julio, le renunció al entonces presidente de la Junta de Gobierno al cargo que yo tenía de controlador de la Universidad de Chile. Precisamente defendiendo la autonomía y la actuación del rector de entonces, que era don César Ruiz Danyau. Universitariamente yo siempre he ocupado cargos por elección popular. La prueba es que nunca jamás nadie me atacó en Chile por mi actuación en la Universidad de Chile. Las distinciones, las medallas de mérito fueron todas dadas democráticamente y por voluntad de los académicos. Para entender lo que pasó en la universidad hay que saber que cuando se produce el pronunciamiento militar, estaba de rector don Edgardo Boeninger. Con él me tocó trabajar muy de cerca en esa época. El día 10 de septiembre de 1973, en una reunión con Edgardo Boeninger, la jerarquía universitaria que no era de la UP acordó pedirle la renuncia a Pinochet.
-A Allende.
Sí, Allende, perdón. Esa carta salió el día 10. Y no se alcanzó a publicar porque fue el pronunciamiento militar. Pero toda la jerarquía universitaria había sido elegida. Teníamos rector democratacristiano, prorrector democratacristiano, y de las cinco vicerectorías, cuatro eran o independientes o de la DC. Y una sola, la de Oriente, era de la UP. Cuando la Junta cambia el rector se nombra a don César Ruiz Danyau, ex comandante en jefe de la FACH. Y llega a la universidad de civil. “¿Y usted quién es?”. “Soy el nuevo rector”. Y no trajo a nadie de afuera. Todos los demás siguieron siendo vicerrectores y en sus puestos. O sea, no cambió en nada la estructura democrática de la Universidad.
-Pero ya no era democrático el gobierno.
El gobierno era otra cosa, pero la universidad mantuvo todas sus autoridades democráticamente elegidas. Obviamente que al rector lo había designado el gobierno, pero ese rector no entró a barrer la universidad ni mucho menos, mantuvo a todas las autoridades previas elegidas democráticamente.
-¿No hubo renuncias en la universidad por el golpe?
Sí, hubo renuncias, pero en muchas partes el proselitismo político sustituía a la cátedra, el color político determinaba la calificación del alumno. ¿Qué se hizo? Se creó un sistema en que si había ocurrido un denuncio, se instruía un sumario. Ese sumario lo hacían todos profesores de Derecho. Y a la persona imputada se le daban todas las oportunidades de defensa. ¿Quién juzgaba los antecedentes? Era el prorrector y todos los vicerrectores democráticamente elegidos. Y el rector decidía. Constatamos que en algunos casos había acusaciones que a la persona era para mandarla al paredón, pero dentro de los descargos había que levantarle una estatus como el ángel más benéfico. Para que vea usted las situaciones morales que se produjeron. Nos opusimos terminantemente a que se echara de la universidad a alguien por razones ideológicas. Esto creó un impasse muy serio entre el rector y el jefe de gobierno. En esas condiciones César Ruiz Danyau presentó su renuncia como rector, y yo, que había sido nombrado contralor de la Universidad de Chile y que no tenía nada que ver con los procesos, absolutamente nada que ver, mandé una carta al jefe de gobierno donde le señalo todo lo que ha pasado y le digo que es una insensatez pretender que nosotros vamos a echar gente de la universidad por ideología. No vamos a despedir a 40.000 personas porque piensan distinto que nosotros.
-¿Usted tiene pruebas de esas cartas?
Se la muestro. Se la voy a mostrar y le voy a leer los párrafos. Esta carta no la conoció más que la Junta de Gobierno. Nunca le di a publicidad. Jamás.
-¿Tenía idea de que eso podía ser un documento histórico?
No. Simplemente nunca en mi vida he publicado las cosas que hago. Yo actúo por lo que mi conciencia me define que haga. Esta carta la ha visto el embajador de Argentina en Chile cuando salió el párrafo, la persona que escribió el comentario de ustedes (en el diario Clarín), a quien yo recibí en el Senado y la llevé en mi auto desde Valparaíso a Santiago conversando con ella después que mandó esta carta (…) Le voy a mostrar la carta y le voy a mostrar la firma donde se acepta mi renuncia.
-¿Cómo quedó la relación con Mónica (González)?
Yo le tengo mucha simpatía, a pesar de eso. Yo creo que ella sufrió mucho, se lo dije cuando me contó de la tragedia, a mí me llegó al alma. Yo nunca, y pueden revisar todas mis actuaciones, he condonado la violación a los derechos humanos pero con igual fuerza condeno el terrorismo. Para mí el que comete un delito es delincuente, nada justifica la comisión de delitos y menos la violación de los derechos humanos. Porque yo creo que el derecho humano lo tenemos todos.
-Pero hay pruebas concretas de las violaciones del gobierno de Pinochet.
Por supuesto. ¿Y qué es lo que he dicho yo en el Senado? He sido muy claro: “Señores, los que cometieron delitos deben ser juzgados y aplicárseles el máximo de las penas”. Y lo dije en pleno gobierno militar.
-Pero los delitos que tienen que ver directamente con órdenes del general Pinochet, o los delitos de corrupción que están probados del general…
Todo lo que es delito, no sólo en el gobierno militar, sino en el que pasó y lo que pueda ocurrir en otro gobierno, debe ser sancionado por igual. Yo no acepto las dicotomías. Porque resulta que nos encontramos con defensores de los derechos humanos que tienen dicotomías increíbles. Lo que hacen ellos se justifican por idealismo, y cuando los combaten es una barbaridad. El fin no justifica los medios, jamás. ¡Para nada! Pienso sinceramente -porque soy un hombre de derecho, mi padre fue abogado, he sido profesor de derecho- que la única manera de que pueda existir una verdadera democracia es que exista igualdad ante la ley. Yo le hago clases hace más de 46 años a los oficiales superiores de Carabineros de Chile, y entre ellos hay oficiales de Gendarmería. Me encontré con que el coronel de San Juan (Argentina) fue alumno mío. Pregúntele a ellos qué es lo que les digo en clases, vayan y pregúntenles a la Gendarmería argentina. Yo tengo más de 40 alumnos de Gendarmería argentina
-¿Pero usted tiene cosas para cuestionarle también a las FF.AA. de Chile?
Yo no creo sinceramente que (las violaciones a los derechos humanos) haya sido un acto institucional, creo que como en todas partes del mundo hay gente que abusa de la autoridad y se extralimita. Aquí hubo gente que bien o malintencionada…
-No, yo lo entiendo, pero el golpe en sí…
Si no hubiera existido el pronunciamiento militar, Chile hoy día sería una Cuba. Y eso lo reconoció la DC, lo reconocieron todos los que después fueron opositores… Dejemos dos cosas muy claras, que se confunden. Uno es la administración del país, su conducta económica, que sacó a Chile de un país mendicante a uno con dignidad, entero, con libre exportación, que permitió la libertad de emprender, cosa que antes no existía, y que nos llevó a ser lo que ha sido la línea económica continuada por todos los gobiernos de la Concertación. Nadie disputa que lo que hizo el gobierno militar en el cambio de la concepción ciudadana, de actuación, de libertad, de emprendimiento, de terminar con las barreras aduaneras, era el camino adecuado que nos llevó a donde estamos hoy en día.
-Embajador, usted habla de pronunciamiento pero lo que hubo ahí además fue un golpe de Estado muy sangriento que es emblema de la región.
Momento. Si yo le contara a usted algo que ni mis nietos creen, como era Chile en los últimos tres meses (de Allende), usted no lo creería.
-Pero usted sabe tan bien como yo desde dónde vinieron las participaciones para derrocar a ese gobierno.
No, no, perdóneme, no lo conozco, no lo sé.
-El rol de Estados Unidos en eso.
Yo no participé en nada de eso.
-Pero hay documentos que se desclasificaron.
Yo no le puedo decir algo que a mí no me consta ni sé.
-¿Pero usted no cree en estos documentos, embajador? ¿No conoce los documentos desclasificados de la CIA?
No los conozco. No tengo idea. Lo que sí le puedo decir es una cosa: no teníamos pan, no teníamos azúcar, no teníamos alcohol, no teníamos algodón. Yo he estado en colas a las 4 de la mañana con mi señora y mis hijas chicas para ver si conseguíamos un kilo de pan. Más aún, protegíamos estas colas de las actuaciones de la extrema izquierda. Cuando las niñitas salieron a la calle a protestar contra la Escuela Única (ENU), yo participé de la protección de ellas, cuando incluso dentro de la Universidad de Chile, que cerramos las puertas para que se pudieran proteger ahí, se lanzaban bombas lacrimógenas y era un espanto. Chile no estaba viviendo una democracia ni era un país tranquilo, era una guerra civil encubierta en todos los campos y en todos los frentes.
-Pero el propio gobierno, el Estado de Estados Unidos, sus documentos desclasificados cuentan hasta qué punto intervinieron para generar esas condiciones. Por eso le pregunto.
Perdóneme, yo no le puedo contestar lo que a mí no me consta porque no participé para nada. Sí le puedo decir una cosa: yo era Presidente de la Unidad Vecinal y presidente de las comisiones de Solidaridad y de Finanzas de toda la comuna de Las Condes, donde estaban todos, moros y cristianos. ¿Qué hacíamos nosotros? Buscar una protección para cualquier evento. Teníamos locales donde se vendían las cosas que empezaban a vender a las 8 de la mañana y había que hacer colas a las 4 ó 5 de la mañana. Cerca de mi casa había una población enrejada, una población, en el medio de Las Condes. Un día salgo de mi casa y me encuentro… “¿Usted es don Miguel Otero?”. Ya me habían amenazado de muerte. Me han amenazado de muerte muchas veces.
-¿Muchas veces?
Sí. Y les digo, “sí, yo soy”. “Nosotros somos dirigentes de esta población y nos han dicho que ustedes los vecinos nos van a atacar”. “Como se le ocurre, a nosotros nos han dicho que ustedes nos van a atacar”. Nos pusimos a conversar, y ellos querían acceso a las colas para poder comprar. Nos pusimos de acuerdo, y había cola de vecinos y la cola de las poblaciones, y entraban uno y uno y nos protegimos mutuamente. O sea, nadie responsablemente puede decirme que yo haya tenido una actitud diversa en mi vida.
-¿Como definiría su actitud durante el gobierno militar?
Yo no participé en el gobierno militar.
-Pero su actitud como ciudadano.
Como ciudadano veía lo que veía la gente. Nosotros no teníamos idea de lo que pasaba con los derechos humanos. Cuando salió el senador (Andrés) Zaldívar, fui yo a pelear con el gobierno para que dejaran sin efecto la salida de Zaldívar. Cuando me quisieron sacar de la universidad y detuvieron a unos democratacristianos: Saffirio, Pickering. ¿Quién se puso en dos manos frente al decano?
-¿Eso cuándo fue?
Durante el gobierno militar. Yo nunca participé de ese gobierno, nunca.
-¿Por qué?
Primero que nada… Miento. Después de esta carta que yo mandé, había que hacer una actuación en Europa, comercial, y el ministro de la CORFO me llama y me dice “Mira, Miguel, tenemos un problema, tenemos que arreglarlo, creemos que tú puedes ir a negociar”. Era por el asunto de los vehículos que se armaban en Arica. “Queremos terminar esto, te damos autorización para pactar: muy buen pacto US$ 10 millones: muy mal pacto: US$ 20 millones”. Estaba nada menos que de embajador en Francia don Jorge Errázuriz Echenique, uno de los grandes hombres de Chile, con quien creamos el Partido Nacional, él era el presidente y yo el secretario general. Me fui a Europa a negociar con las empresas. En cuatro días solucioné el tema y en lugar de pagar 10 millones conversé 4 millones pagaderos en 4 años.
-Buen negocio.
Volví a Chile, entregué. CORFO me dice “pero esto hay que legalizarlo”. “Está todo legalizado, terminado”. Y me llaman y me dicen que el Presidente quiere hablar con usted. Entramos, él estaba sentado ahí como estoy yo
-¿Usted ya lo había visto antes?
Cuando yo estaba en la Escuela Militar, él era teniente. Así que ahí lo vi, pero como él era teniente y yo cadete no teníamos relación. “Muchas gracias”. “De nada, Presidente”, y esa fue toda nuestra conversación, nada más. Después, cuando volvió la normalidad, los partidos políticos, fui el primer vicepresidente de Renovación Nacional con Sergio Onofre Jarpa y en muchas oportunidades me tocó conversar con él y decirle muchas cosas que no le gustaron. Pero cuando uno hablaba con él, era una persona muy asequible, muy fácil. Es más, cuando yo fui candidato a senador, fue el único que fue imparcial entre la candidatura de Jaime Guzmán y la mía. El único. Si usted me pregunta por lo que hizo el gobierno militar en todo el resto, separando los derechos humanos, yo tengo que reconocer que le debo mucha gratitud. Si usted me pregunta si estoy de acuerdo con lo que ha pasado con los derechos humanos, tengo que decirle que lo condeno absolutamente.
-Pero le hago una pregunta: en general en toda la región y en todo el mundo el general Pinochet es emblema de golpe militar, de atentado contra la Constitución, de haber derrocado a un gobierno legítimamente elegido, y de violaciones a los derechos humanos. Y en los últimos años también de corrupción. Sin embargo en Chile se separa esta cuestión por lo que tiene que ver con lo económico. ¿Usted por qué cree que nosotros desde afuera lo miramos tan mal a Pinochet?
Primero, creo que le falló absolutamente lo que era la comunicación social. No entendió nunca lo que era la comunicación social, y obviamente usted puede tener los poderes, pero cuando los ejerce como el Zar de toda la Rusia provoca imágenes muy desagradables para todo el mundo. El decir en mi país “no se mueve una hoja sin que yo lo sepa…”. Creo que no tuvo el apoyo que debió haber tenido. Además creo algo muy simple: uno nunca en la vida debe rodearse de incondicionales, lo más importante es tener leales, y los leales son los que son capaces de decir “usted está equivocado”. Pero resulta que en general, no sólo en Chile, sino en todos los países del mundo, en las FF. AA. existe una disciplina en que no se contradice al superior. Y todos los que rodeaban al Presidente eran prácticamente miembros de las FF.AA., y no está dentro de sus cánones ni de su formación decirle al comandante en jefe o al presidente de la República “Usted está equivocado”. ¿Cuántos funcionarios públicos cree usted que en este gobierno le dicen al presidente que está equivocado? Cuando se llegan a estos cargos se produce un círculo para decir que todo está maravilloso. Yo por lo menos cuando tuve trato con el presidente Pinochet, cuando ya nosotros éramos partido político, se lo dije muchas veces: “Perdóneme pero usted está equivocado”.
-Eran otros tiempos.
Ya podíamos.
-¿Usted estuvo por el NO (en el plebiscito de 1988)?
No, yo estuve por el SÍ. Y por una razón muy simple. Porque yo creí que iba a cambiar el Presidente por una persona como Sergio Onofre Jarpa, que estuvo de embajador en Argentina. Porque para mí Jarpa es el político más desinteresado que he conocido, nunca ambicionó nada, nunca se puso él delante.
-Esa es una diferencia con el Presidente Piñera en relación con el SI y el NO en el plebiscito.
Sí, por supuesto. Él estuvo por el NO, nosotros por el SI. Cuando él entró a mi partido, él fue candidato por una parte de Santiago y yo por otra, hicimos campaña juntos. Estuvimos siete años sentados al lado: Otero-Piñera. Tuvimos discrepancias, como las tenemos con todos los senadores en un momento, pero no nos modificó nuestra manera de pensar, los valores que compartimos. Con Sebastián le voy a decir los valores que compartimos: primero, el respeto a la familia. Es lo más importante que tiene uno en la vida. Y se lo puedo decir después de que yo he pasado por todo. Porque creo que muy pocos hombres han tenido la suerte que Dios me dado de tener una esposa maravillosa, hijos maravillosos, nietos sensacionales; haber triunfado en mi profesión, haber tenido un grado académico, haber publicado libros, haber sido un senador de la República…
-Y debe haber plantado un árbol, seguramente…
Todos los árboles los planté mientras era presidente de (no se entiende). Cuando uno cree que porque llega a un cargo, todas estas invitaciones al señor embajador… ¡Si no son a mí, son al cargo! Entendámoslo. Y eso pasa, ¡no queda nada! Lo único que le queda a uno, y se lo puedo decir mirándola a los ojos, es la familia. Es lo único que uno tiene y lo único que uno ha podido sembrar. Por sus obras los conoceréis, y a uno lo conocen por la familia que creó. Y en eso coincido con Sebastián absolutamente. Soy el único y el primero que planteó en el gobierno militar un recurso de protección en contra del gobierno, cosa que no se ha dicho. Ni siquiera se había dictado un autoacordado. Obtuve que la Corte Suprema hiciera el autoacordado. La teoría que sostuve fue la que modificó la Constitución en el sentido que no se puede afectar los derechos establecidos en los regímenes de emergencia, a menos que la Constitución expresamente lo diga. Planteé precisamente el recurso de protección, lo hice en el gobierno militar, una de las obras jurídicas más extraordinarias en Chile. Nadie se había atrevido a usarlo. Fui el primero que lo planteé y lo deduje contra del gobierno militar y lo gané en la Corte. Le puedo decir que he defendido la igualdad ante la ley y las normas constitucionales toda mi vida, porque creo que si no hay igualdad ante la ley, no hay democracia.
-¿Hay algo que usted pueda rescatar de la figura de Salvador Allende?
(Risas) Si yo le contara mi última entrevista con Salvador Allende, usted no la va a creer. Primero que nada, yo no tenía contacto con él, ninguno, pero había sido el abogado de la Asociación de Productores y Exportadores de vino. Y llegué, estaba sentado, me queda mirando y me dice “a mí no me gusta hablar con desconocidos”. Yo me presenté, “señor Presidente…”, conversamos y yo no me identifiqué. No le dije quién era. No vale la pena decirle que lo que se me prometió no se cumplió.
-¿Cuándo era esto?
Fines de agosto de 1973.
-Ya, ahí no más del golpe.
Cuando se produjo la situación esta, yo me preocupé de cierta gente. Y no lo he contado nunca. No lo publique porque no quiero, yo me preocupé por cierta gente que conocía de la UP y los protegí. Absolutamente los protegí (…) Si a mi casi me lincharon durante la Unidad Popular. Si por eso le digo que he pasado por muchas.
-Embajador, usted dice queríamos más democracia pero tuvieron años de dictadura finalmente.
¿Pero quiero que le diga una cosa? La mayor parte de Chile no sintió la dictadura. Al contrario, se sintió muy liberada. ¿Por qué? Antes, usted no podía comprar nada importado, tenía que pagar el precio de lo que se producía en Chile, caro y malo. El gobierno (de Pinochet) de la noche a la mañana bajó el 100% de derechos al 0%, y usted empieza a encontrar lo que no había: zapatos, lo que sea. ¿Quién ganó? Ganó el pueblo. Entonces el pueblo empezó a vivir el orden. Las calles se limpiaron, empezó a ver que había trabajo, los empresarios empezaron a crear. La parte de represión no la conocimos sino hasta mucho más tarde. Se juzga sin conocer la realidad de lo que vivió Chile en ese momento. El país no estaba de acuerdo con ninguna dictadura, el país estaba de acuerdo con el orden, la tranquilidad y la posibilidad de hacer, de emprender. Nunca, en los primeros tiempos, se supo de la violación de los derechos humanos. Nunca se supo.
-¿Por qué usted cree que en Chile los políticos admiten ser de derecha y en la Argentina decirse de derecha es mala palabra?
Primero que nada, los conceptos de derecha e izquierda están obsoletos en el mundo, no existen. Yo puedo correr la regla para un lado o para el otro (…) Sebastián fue muy categórico al decir cuáles son nuestros principios. Somos absolutamente conservadores: en la familia, en los derechos constitucionales, en el respeto a las reglas éticas y morales. Ahí somos conservadores y no transamos. Ahora, si nos catalogan de derecha porque queremos eliminar la pobreza, macanudo, somos de derecha. Si nos califican de derecha porque hubo un terremoto devastador y hemos reconstruido 40.000 casas, somos de derecha. Si tenemos una educación pésima que aumentó 10 veces el presupuesto nacional, y que los profesores demostraron que tenían menos resultados que los peores alumnos en la Prueba de Aptitud Académica y queremos establecer nuevos establecimientos, cambiar el sistema de educación, controlar a los profesores en un buen sentido, somos de derecha. Si cuando se destruyen los hospitales, y hoy todo está funcionando, somos de derecha. Si queremos combatir la delincuencia a ultranza y no permitir más la puerta giratoria, somos de derecha. Si usted encaja esos conceptos dentro de la derecha, somos de derecha. Nosotros lo llamamos de otra manera.
-¿Cómo lo llaman?
Nosotros lo llamamos un progresismo racional y lógico. Yo fui senador no por la parte alta de Santiago, por la parte baja. Vi una serie de cosas que me llegaron al alma. Todas las leyes que eran beneficio real del pueblo -nunca las demagógicas, porque perjudican- las aprobamos. ¿Usted no cree que yo desde el fondo de mi alma no siento que tenemos una obligación moral de mejorar la situación de los pobres de Chile? ¡Pero no es darles plata! ¡No es darles una casa! Usted le va a dar la plata y la casa pero no los mejora. Tiene que mejorarlos con educación, con cultura. Tiene que entregarles oportunidades.
-¿Y qué piensa que hizo la Concertación en ese sentido? ¿Qué dejaron los 20 años de Concertación de bueno para Chile?
Mire, la Concertación de bueno siguió la política económica del gobierno militar. Segundo, hicieron todas las carreteras, yo fui uno de los senadores que aprobó precisamente la ley de concesiones. Creo que donde se cayó la Concertación fue cuando perdieron el idealismo, la visión de país, y se concentraron en un grupo de compadrazgo personal. Ya los cargos no se llenaban por mérito ni por capacidad, sino por influencia política. Y es lo que nosotros estamos tratando de evitar (…) ¿Usted cree que yo sé de qué color político es la gente que tengo en esta embajada? No tengo idea, ni me interesa. Por primera vez en esta embajada se reúnen todos, los días lunes a las 9 de la mañana, se conversa todo lo que se está haciendo; por primera vez entran aquí a hablar con el embajador sin tener que pedir audiencia; por primera vez todo mi personal de aquí va a tener uniforme, porque esto es Chile, esta es la representación de Chile. El viernes pasado he invitado a comer con mi señora a todos los diplomáticos. Acá somos todos iguales y es tan importante como yo el portero.
-Embajador, usted sabe que una de las cosas que se dijo era “Bueno, pero cómo, va a venir un hombre tan relacionado con la derecha a la Argentina, una relación tan delicada, con el gobierno de los Kirchner, que supuestamente se considera a la izquierda”. ¿Qué piensa de eso?
Creo que se equivocaron, porque fui extraordinariamente bien recibido por todas las autoridades (…) Aquí he apreciado el cariño, la amistad de los argentinos hacia Chile. Y me han conmovido profundamente.
-¿Y cómo ve la región?
Cuando usted me habla de derecha, yo quiero presentarle algo que es muy importante que nunca nadie lo ha dicho. Hay que diferenciar a la derecha económica de la derecha política. Yo nunca he sido de la derecha económica, nunca he sido del agrado de la derecha económica, nunca, porque creo que la derecha económica sólo tiene un dios, el dinero. Y nunca la derecha económica ha quedado mal en ningún gobierno, nunca ganó más plata que en el gobierno del señor Lagos. Nunca. La derecha política es otra cosa, totalmente distinta: conservadora en ciertos valores y progresista en otras materias, pero no por populismo, sino viendo realidades. Haciendo las cosas que se deben hacer. Entonces hay una diferencia enorme entre nosotros. Ahora, ¿la pregunta que usted me hacía era?
-Yo le preguntaba por la región. Porque a Piñera se lo ve cómodo por donde se mueve, hasta con Evo Morales.
Usted no estuvo al comienzo de UNASUR. Llegamos Sebastián, el ministro de Relaciones y yo, en una mesa como ésta. Evo sentado ahí, había dos sillas aquí, dos allá, a tomar café. Luego en otra mesa, y entra el Presidente Chávez. “Cómo está, Presidente, cómo está?”. Luego llegó el presidente de Bolivia, que se sentó al lado de Sebastián. A los 5 minutos, entra el presidente Lula, que nos saluda a todos. Luego entra Correa, que nos saluda todos, y se sienta a la mesa del presidente de Chile. Nosotros con el embajador nos retiramos y dejamos a los presidentes. Yo repito lo que dice Sebastián: no tienen idea de lo que somos ni lo que representamos, nos han etiquetado, no saben de qué derecha están hablando. No tienen idea de lo que están diciendo. Por eso que cuando Sebastián dejó muy en claro lo que creemos y lo que somos al presidente de Venezuela, fue el único presidente que fue aplaudido por todos los presidentes. Por todos. ¿Estamos equivocados? Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero creo que estamos en la senda correcta y que queremos hacer algo en beneficio de todos los chilenos, sin discriminación de ninguna especie. Y eso es lo importante.
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Entrevista a Miguel Otero – Parte I

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