Senadora PS cree que aniversario marcará campaña presidencial, mientras que el presidente de RN hace una dura autocrítica sobre el rol de la derecha.
por Emmanuel Ganora y Alberto Labra - 16/08/2013 - 07:35 – Diario La Tercera
Isabel Allende, Senadora PS: “Inevitablemente va a estar presente en la campaña”
En el último consejo general de RN, Carlos Larraín responsabilizó a la izquierda del golpe de Estado de 1973 y agregó que, a 40 años del quiebre, “le van a sacar un tranco”.
Es un típico cinismo justificar un golpe. Nos acusan de sacarle partido cuando todo país tiene derecho a tener memoria. Para muchos de nosotros estos 40 años es el recuerdo de algo que nunca debió haber ocurrido en Chile, como lo fue un golpe militar. Ojalá los Carlos Larraín tengan un poco más de conciencia y pudieran sentir algo de remordimiento acerca de adónde condujeron al país con una dictadura que duró 17 años.
¿Es posible un clima de reconciliación considerando a sectores que piensan como Carlos Larraín?
Aquí hay un tema donde nunca nos vamos a encontrar, con gente que tiene esta forma particular de mirar las cosas y que cree que ellos no tienen ninguna responsabilidad. La verdad es que así no hay ninguna posibilidad de encuentro. Lo que sí en su pequeñez no logra imaginarse, es que en muchas partes del mundo ya comenzaron las actividades de conmemoración de los 40 años del golpe.
¿Por qué se dificulta el reencuentro, a pesar de haber pasado cuatro décadas desde el golpe de 1973?
¿Cómo me podría encontrar yo con declaraciones de ese tipo? No tengo ningún punto en común, simplemente no lo hay. Nosotros pudimos haber cometido errores, pero eso no justifica la brutalidad y violencia de la dictadura. Sin embargo, cuando uno se encuentra con declaraciones de este tipo, donde se responsabiliza a la izquierda, no hay punto de encuentro posible. El único compromiso es decir que nunca más se puede romper el orden constitucional. Sólo así me puedo acercar o tener punto de encuentro.
A través de los años se ha hablado de que la derecha pida perdón por haber participado del régimen militar...
Por supuesto que ayudaría a que la derecha tuviera esa capacidad de pedir perdón, pero yo no se la he visto nunca. Han sido excepcionales las declaraciones en que han reconocido que pudieron haber intervenido, que las violaciones a los derechos humanos se cometieron y ellos no hicieron nada. El ministro Chadwick ha dicho que pudo haber hecho más, pero son casos muy aislados. Pero mientras se siga mirando la paja en el ojo ajeno y no se mira la viga en el propio, no hay punto en común.
¿Teme que los 40 años del golpe se transformen en un tema de campaña?
Inevitablemente, el golpe va a estar presente, porque aquellos que han pretendido artificialmente homologar la figura de Bachelet y Matthei, es que no tienen ninguna capacidad de entender que, más allá de ser dos mujeres candidatas y que ambas son hijas de ex generales de la Fuerza Aérea, las diferencias son totales.
¿Es la pretensión de cambios profundos de la candidatura de Bachelet que a ciertos sectores recuerden a la Unidad Popular?
Nuevamente otra falsedad de Carlos Larraín y de aquellos que pretendan asimilar a lo que fue la UP, porque no tiene nada que ver. Es una forma absolutamente grosera para seguir hablando de lo mismo y, así, asustar a la gente.
Carlos Larraín, Presidente de RN: “La derecha actual no está centrada en el pinochetismo”
En su discurso ante el consejo general usted atribuyó responsabilidad a la izquierda en el golpe militar. ¿Por qué eligió ese momento para hablar?
Me referí a eso porque hay anuncios de que este aniversario va a ser relevante en la elección presidencial. Esta es una materia en la cual en la izquierda saben sacarle mucho partido, porque la historia ha sido parcelada y deformada.
Pero en los últimos años ha habido dos gobiernos del PS donde han mostrado gobernabilidad.
Bueno, esa es la cosa. Pudiendo mostrar cosas buenas, se aferran a una época en que ellos salen muy mal parados ante los ojos de cualquier observador.
¿Y la derecha no debe hacer mea culpa también?
La derecha -entre ellos, yo mismo- tiene el mea culpa de que confió en el gobierno militar mucho más allá de la época en que la emergencia era real. No incorporamos los resguardos elementales -sobre todo, de personas con formación de abogado, como yo- de haber entendido que un régimen de excepciones tiene que ser puesto doblemente bajo vigilancia en materia de respeto a los derechos de la persona. Yo no supe cómo operaba el gobierno militar, no formé parte de él en ningún nivel, pero había, efectivamente, muchas acusaciones. Desgraciadamente, esas acusaciones venían de sectores que no eran dignos de crédito, con la excepción de los que venían de la Iglesia Católica y la DC.
¿Es creíble que no se supiera lo que pasaba?
Estas cuestiones siniestras ocurren en niveles muy oscuros. Que la policía secreta tomara una autonomía perniciosa no dependía de quién fuera, qué sé yo, ministro de Hacienda, no tenían por qué saberlo, pero claro, cuando se repetían las noticias y llegaban más y más denuncias, nosotros en la derecha debimos haber sido más accesibles a eso, y no lo fuimos, por las razones que ya di.
¿Cree que ahora hay una derecha acomplejada, al punto de reconocer los que colaboraron o no, los que apoyaron a Pinochet?
Por supuesto, eso es así, porque la izquierda ha logrado ponerse el traje de la víctima y siempre la víctima tiene superioridad moral sobre el que es sindicado como victimario.
¿Esta es una derecha pinochetista?
No, yo creo que hay una derecha pinochetista, por supuesto, pero lo que más hay es una derecha agradecida, porque le salvaron el pellejo, porque reconstruyeron el país, porque terminaron con la posibilidad de instalar un régimen marxista en Chile. Ese es el fondo del agradecimiento.
¿La derecha de hoy es pinochetista?
No, la derecha de hoy día tiene esa reliquia de agradecimiento, pero la derecha a la que yo trato de animar no está centrada para nada en el pinochetismo, es una respuesta que viene desde la raíz republicana de la derecha chilena, cosa que también a veces desde la izquierda reconocen.
Pero siguen reconociendo logros de ese régimen.
Pero no se puede decir que el tema central de la derecha chilena sea el pinochetismo, ¿de dónde? El tema central es cómo hacer que el país funcione mejor y que haya menos pobres, mejores niveles de educación, más respeto por las libertades individuales.
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