lunes, 22 de agosto de 2011

Entrevista a Carlos Montes

Carlos Montes: "En el gobierno hay una disputa ideológica muy fuerte por el lucro en la educación"

El parlamentario sostiene que un sector oficialista -muy "pro mercado", dice- impide abrir el diálogo sobre una de las principales demandas estudiantiles.

por David Muñoz

Ha sido uno de los parlamentarios opositores que ha tenido el intercambio más fluido de opiniones con el ministro de Educación, Felipe Bulnes, en las últimas semanas.

Habla rápido, casi sin pausas. En segundos hace un rápido y crítico diagnóstico de las propuestas del Ejecutivo: acusa al gobierno de no querer dialogar con los estudiantes, y que, por el contrario, apuesta a desgastar el movimiento. Eso sí, tampoco demora en admitir que la Concertación también arrastra culpas en el tema educacional.

El gobierno lanzó esta semana su tercera propuesta para buscar una salida al conflicto educacional. ¿Le parece que va en el camino correcto?

Las demandas que quedaron pendientes son las mismas de cuando discutimos la Ley General de Educación (LGE). Quedaron pendientes el tema del lucro, la desmunicipalización, una reforma constitucional para fortalecer el derecho a la educación, a lo que se agrega una demanda de gratuidad y de que las universidades estatales no funcionen con la lógica del mercado, etc. El gobierno no ha entendido que aquí se requieren cambios estructurales. Llevamos 30 años con un modelo de mercado, desde 1981, que supuso que con este modelo la competencia de instituciones educativas iba a generar calidad. Pero ¿ha pasado eso?, sólo se han abierto matrículas, pero el sistema es más desigual.

¿Hasta dónde es viable la demanda estudiantil por educación pública gratuita y de calidad?

Tengo la impresión de que el gobierno no quiere resolver esta situación: si tuviera voluntad, habría dispuesto las cosas de una manera tal que permitiera a los distintos actores evaluar su propuesta. Pero, además, su propuesta no es buena. Ni política ni técnicamente. Hay dudas. Esto de bajar al 2% las tasas de interés, están hablando de $ 100.000 millones: ¿Qué cuesta tener más becas con esa plata y dejamos que el Crédito con Aval del Estado sea para los quintiles más altos? Siempre se dijo eso, este crédito era para ese sector, pero se fueron endeudando de todos los sectores en la medida en que no aumentaron las becas.

¿Cuál cree que es la traba en el gobierno para ofrecer una propuesta satisfactoria a los estudiantes?

No se comprende bien la envergadura de esto. No se comprende que cuando se gobierna hay que buscar una solución a los problemas. Michelle Bachelet tuvo que bajar el fin al lucro y tuvo que dejar de discutir sobre la educación pública para debatir la LGE, porque la derecha amenazó con rechazar todo. Creo, además, que al interior del gobierno hay una disputa ideológica muy fuerte por el lucro en la educación. Hay un sector muy pro mercado que, después de 30 años en que el mercado ha venido funcionando en la educación, no quieren asumir la lección y la Concertación en 20 años hizo muchas cosas en educación, pero dentro de una estructura de mercado.

El tema educacional divide a los partidos. ¿Cuánto influye el factor ideológico en la incapacidad de la clase política de lograr un acuerdo?

Por primera vez, la Concertación tiene un documento sólido, en el que llega a acuerdos en temas muy polémicos. Hay acuerdo al menos desde los partidos.

Al rechazar la mesa de diálogo con el Congreso, los estudiantes expresaron su desconfianza hacia la clase política en general...

Los estudiantes dijeron que si no hay garantías de cambios estructurales, qué sentido tiene una mesa en el Congreso. Cuando el gobierno es el que tiene la manija en el aspecto legislativo es válido decir que es una trampa, más que un avance.

¿Por qué la Concertación tampoco ha sido capaz de ofrecer esa interlocución?

La Concertación ha hecho un gran aporte en la educación. Ahora, la gran caída de la Concertación vino a fines del gobierno de Aylwin con esto del financiamiento compartido, que fue un retroceso, porque fortaleció la prevalencia del mercado en la educación. Lagos presentó la primera Ley General de Educación alternativa para cambiar la estructura, pero no se pudo. La Concertación tiene cierto tejado de vidrio, porque si bien hizo grandes cosas, cometió errores. Como regalarles recursos a los privados para implementar la jornada escolar completa, en vez de poner esos recursos en los sectores de mayor necesidad. O haber aprobado la LGE sin la educación pública.

Esa es una de las críticas más duras hacia la oposición, de que en 20 años no hizo nada por cambiar el sistema educacional...

La mayor parte de los cambios estructurales son de quórum elevado, y sin la derecha no se podían hacer. Y se intentó varias veces.

O sea, usted comparte la tesis del ex Presidente Lagos de que la derecha bloqueó todo durante los 20 años...

Creo que gran parte, no todo. El financiamiento compartido no es sólo responsabilidad de la derecha. Es también de la Concertación. Ese fue un error muy grande de ambos. Haber aprobado una Ley General de Educación y haber generado ante el país la idea de que había consenso suficiente no fue adecuado.

¿Comparte la crítica hacia los presidentes de partidos que han actuado de manera errática durante este conflicto?

No me atrevería a decir que han actuado de manera errática. Hubiera esperado que fueran más proactivos, más dinámicos en su forma de insertarse en el proceso.

En el gobierno insisten en que la oposición carece de interlocutores para cerrar acuerdos amplios...

Los presidentes de partidos nunca habían sido tan consistentes y tan profundos como en el documento que generaron. Se formó un comité de ocho parlamentarios, del cual soy parte, y estamos tratando de avanzar. Lo que pasa es que el gobierno tampoco quiere dialogar. Antes de lanzar su última medida podría haber siquiera sondeado cómo iba a reaccionar la oposición. Ellos creen que tienen todo el sartén por el mango, pero no lo tienen y no se dan cuenta de que se puede generar una situación bastante compleja hacia adelante por la falta de flexibilidad y apertura a un diálogo real.

¿Pero usted cree que la solución pasa por un diálogo entre gobierno y oposición?

Al nivel a que ha llegado todo esto, el gobierno debe tener la iniciativa para tener un diálogo con los estudiantes. Estamos dispuestos a apoyar ese proceso, pero estoy convencido, por esta tercera versión, de que el gobierno quiere derrotar al movimiento.

Los estudiantes han demandado un pronunciamiento de Bachelet, ¿qué cree usted?

Ella optó por un organismo internacional. Sigue muy atenta lo que está ocurriendo, pero trata de no meterse en los debates de hoy en día. En algún momento decidirá volver acá y va a tener que opinar.

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