miércoles, 21 de diciembre de 2011

Jorge Arrate: “Rubén Ballesteros es un personaje salido de los Archivos del Cardenal”

20 de Diciembre de 2011

Ex candidato presidencial cuestiona al nuevo presidente de la Corte Suprema

 "Es distinto vivir en una dictadura y fabricar empanadas o ser empleado de una empresa o funcionario público, que ser juez. Cuando el señor Ballesteros era muy joven él tuvo la opción de seguir en un Poder Judicial que no estaba haciendo justicia, o de haber renunciado y haberse dedicado al libre ejercicio de la profesión", sostuvo, enfatizando que "esa opción moral él no la tomó".
 
El ex candidato presidencial del Juntos Podemos, Jorge Arrate, se refirió a la elección del juez Rubén Ballesteros como nuevo presidente de la Corte Suprema, señalando que se trata de un “un episodio triste y lamentable”.

“Coincido con lo que ha dicho la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, porque estamos hablando de un personaje que tiene un largo currículum: el señor Ballesteros participó como letrado a lo menos en cinco consejos de guerra entre 1973 y 1976 que aplicaron muy severas penas, entre otros, a socialistas de la Región de Los Lagos”, sostuvo en el programa “El Primer Café” de Radio Cooperativa.

“Ballesteros falló siempre a favor de la impunidad de Augusto Pinochet, y siempre ha fallado por la aplicación de la Ley de Amnistía, una ley que contraviene los tratados internacionales de no prescriptibilidad” de los delitos de lesa humanidad, indicó el ex ministro.

En ese sentido, hizo hincapié en que “acaba de salir el fallo que condenó a tres años de pena remitida, es decir, a pura firma, al carabinero que asesinó por la espalda, con una subametralladora UZI, a Matías Catrileo en el año 2008 (Walter Ramírez), y esto con el voto del ministro Ballesteros”.
Agregando que “algo similar ocurrió cuando la sala de la Corte Suprema condenó a 14 años a (los miembros de la Coordinadora Arauco-Malleco) Héctor Llaitul y a 10 años a Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical en el juicio oral de Cañete”.

“Ballesteros dice que el hombre es víctima de sus circunstancias, y yo creo que tiene razón, el problema es que él fue victimario de gente que fue condenada injustamente en consejos de guerra. El señor Ballesteros es un personaje que está en ‘Los archivos del cardenal’, eso es, y es lamentable para Chile que él llegue a ser presidente de la Corte Suprema”, resaltó Arrate.

“Es distinto vivir en una dictadura y fabricar empanadas o ser empleado de una empresa o funcionario público, que ser juez. Cuando el señor Ballesteros era muy joven él tuvo la opción de seguir en un Poder Judicial que no estaba haciendo justicia, o de haber renunciado y haberse dedicado al libre ejercicio de la profesión. Cuando uno tiene veintitantos años o 30 eso lo puede hacer sin ningún problema. Es lo que él debió haber hecho, haber tomado una opción moral, y esa opción moral él no la tomó”, declaró el ex candidato presidencial.

Estudiantes ochenteros

21 de Diciembre de 2011

Estudiantes ochenteros

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Carlos Parker 
Ex embajador

Entre los muy  escasos bienes existenciales que atesoro con verdadero orgullo y genuina nostalgia, está mi pertenencia al movimiento estudiantil de los años ochenta. Una experiencia colectiva que  mirada en retrospectiva tuvo ribetes de rebeldía generacional, compromiso colectivo, generosidad  y coraje impresionantes y aleccionadores. Además de una dosis no menor de locura suicida.
Nunca lo pensé antes ni creo haberlo calculado entonces. Pero ahora que repaso mentalmente esa experiencia, y la contrasto a la luz del notable  y admirable desempeño  del movimiento estudiantil actual, concluyo que  había que estar poseído por una pasión irreflexiva muy intensa, imparable y carente de todo cálculo personal, para haber tenido el atrevimiento de encarar  a una dictadura que no te daba tregua, que te perseguía sin pausa y siempre que podía castigaba brutalmente la  audacia de quienes se atrevían a desafiarla  abiertamente con la cárcel, la tortura y hasta con la muerte.

Teníamos miedo y mucho. Nos sobrecogía todo el tiempo un temor intenso que se acrecentaba  cuando había noticias de que alguien cercano resultaba capturado, y sacábamos cuentas de cuando seria nuestro propio turno de aullar de dolor.  Pero afortunadamente nuestros motivos y razones siempre fueron más poderosas y acuciantes  que la defensa de la integridad de nuestros propios pellejos.  Como me dijo una vez Sandra, una militante comunista estudiante de pedagogía de escasos 20 años,  que se caracterizaba por su valentía y arrojo: “Aquí somos yo o la dictadura y no hay  espacio para ambos en mi país”. Así es que no me queda más remedio que  hacer lo que mi conciencia me dicta y correr todos los riesgos que sean necesarios.

La CNI no nos perdía  pisadas y nos presionaba con celo.  Más de alguna vez supimos de algún activista estudiantil que hablaba, se vestía y actuaba como nosotros, y hasta pasaba nuestras pellejerías cotidianas de estudiantes venidos de otras regiones, pero que en realidad resultó ser un oficial de las FF.AA. en comisión de servicio,  cuyo trabajo consistía en actuar para nosotros y espiarnos. De modo que todo aquel que decidía meterse en este entuerto sabía de antemano a lo que se exponía y por eso, nunca fue más verdadero eso de que la política  es sin llorar. Aunque recuerdo que lloramos muchas veces, solos o acompañados y por muy diferentes razones.

En la Universidad Católica de Valparaíso (UCV), donde transcurre mi  pequeña historia personal, y aunque pueda sonar increíble,  ya a fines de los años 70 empezamos a organizarnos bajo total sigilo. En 1981 hicimos  nuestra primera aparición pública en el frontis de la Universidad, y en 1982 nuestra primera protesta propiamente tal, la que se trató  de eso que llamábamos “cuchareos” en el casino,  en que golpeábamos nuestras bandejas  en protesta por la mala calidad de los almuerzos. Por supuesto,  aquello no era más que el  pretexto con que nos proponíamos  comenzar a escalar nuestra rebeldía  anti  dictatorial hasta cotas más altas, masivas y ofensivas. Puesto  que hay que reconocer, para ser objetivos,  que el almuerzo que se nos daba no era en verdad tan malo como pretendíamos,  pero si poco abundante. Más todavía si debíamos compartirlo entre dos o hasta tres comensales, pues muchos de nosotros  éramos eso que un viejo profesor llamaba “pobres de solemnidad” y no era raro que comiéramos solo de  de lunes a viernes, gracias al mismo casino en que escenificamos nuestras primeros aprontes subversivos.

No pasó mucho tiempo para que pasáramos de los inocentes cuchareos a las marchas multitudinarias, a los violentos enfrentamientos con carabineros,   a las  piedras y hasta a las tomas de recintos universitarios. El 23 de octubre de 1983, en medio de los peores  años de plomo, tuvimos la infinita audacia de organizar las primeras elecciones democráticas de una federación estudiantil universitaria bajo dictadura. Todas las fuerzas políticas con presencia en el movimiento nos pusimos de acuerdo para que nuestro abanderado fuera Manuel Tobar, un estudiante de derecho de militancia en la JDC. Detrás de Manuel estuvimos todos: comunistas, socialistas y hasta miristas y obtuvimos una victoria resonante frente a la lista que levantó la derecha pinochetista, la que se vio obligada a competir.

El ejemplo de la FEUC-V cundió a lo largo de todo Chile, de modo que en corto tiempo, y siempre sobre la base de la convergencia opositora más amplia, otras federaciones estudiantiles realizaron también elecciones democráticas. Así llegamos a 1984 en que se realizó en Viña del Mar, teniendo a la FEUC-V como ente organizador y anfitrión, el Congreso Fundacional de la CONFECH, al que concurrieron 12 federaciones y un total de casi 400 delegados. El evento  tuvo lugar en el Campus Sausalito de Viña del Mar, y transcurrió por dos días con sus noches rodeado de un impresionante contingente de carabineros y personal de la CNI. Estos últimos, entre los que debió estar Carlos Herrera Jiménez, asesino de Tucapel  Jiménez y del carpintero Alegría, y  a la sazón jefe de la CNI  en Viña del Mar, trataban de atemorizarnos exhibiéndonos sus armas, sus amenazadores anteojos oscuros y sus infaltables y renegridos bigotes.

Como queda dicho, pese a nuestras diferencias, las distintas expresiones políticas del movimiento estudiantil tendían a actuar unitariamente. Por aquellos tiempos, todos comprendíamos la necesidad imperiosa de subordinar las diferencias políticas al propósito común, y quienes se tentaban con las tesis del camino propio, por lo general eran castigados electoralmente. Y hasta aislados. De modo que aunque pocos  quieran recordarlo, fue en el seno del movimiento estudiantil donde en verdad se fraguó y experimentó la unidad amplia opositora que terminó por derrotar a la dictadura.

Aunque por razones tácticas agitábamos reivindicaciones de carácter gremial, nuestro movimiento fue de principio a fin una experiencia estrictamente política,   y  nunca tratamos siquiera de ocultarlo. Pedíamos el fin de los rectores militares delegados, democracia, libertad y autonomía para las universidades, y como era obvio, teníamos todos muy claro que nada de aquello sería posible en dictadura. Del mismo modo en que el movimiento estudiantil de hoy no se hace ilusiones de que sus demandas puedan hacerse efectivas bajo el imperio del actual estado de cosas, tanto en materia política-institucional como en relación al actual modelo económico.

Tomamos prestadas conceptos y frases del Manifiesto de Córdova -Argentina-  de 1918,  del Mayo Francés y del propio movimiento reformista  chileno de fines de los sesenta, pero en verdad no estábamos muy interesados en teorizar sobre lo que hacíamos y pretendíamos. Solo queríamos actuar y eso lo hacíamos con una fe ciega  y una voluntad inquebrantable.

El movimiento estudiantil de esos años alcanzó notoriedad pública, tal y cual como ocurre hoy con la CONFECH recargada.  Los noticiarios y los medios de comunicación en general se ocuparon bastante de nosotros, de un modo tal que las elecciones universitarias, que eran una excepción absoluta a la regla de un país donde todo se imponía por la fuerza,  llegaron a ser noticia nacional. Llegamos a movilizar a decenas de miles de jóvenes y  a  subvertir el orden público de manera sistemática y escandalosa. En los ochenta, al igual que hoy, los estudiantes movilizados fuimos tratados como un problema  de orden público, un colectivo al que había que disciplinar a punta de represión para impedir que su ejemplo cundiera entre otros estamentos de la sociedad chilena. Por lo mismo, es seguro que la dictadura nunca consideró al movimiento estudiantil como una auténtica amenaza, como una fuerza provista de genuino  potencial desestabilizador. Y en eso, la dictadura  no andaba descaminada.

En verdad, nunca pusimos verdaderamente en jaque a la dictadura,  aunque en nuestro entusiasmo quisimos creer que podríamos hacerlo. Debíamos haber sabido  que los estudiantes organizados por si solos nunca derrocan dictaduras. Hoy habría también que recordar que tampoco  pueden lograr por si mismos transformar el orden social imperante, y eso es algo que saben perfectamente los defensores del stato quo. Por eso es que juegan la carta del  desgaste de una movilización que necesariamente tendrá que tener un término, puesto que al final solo se sostiene en el sacrificio personal y familiar de los propios estudiantes.

Para derrocar dictaduras y reformar sociedades hace falta el concurso de un conjunto de fuerzas políticas y sociales mucho más amplia.   Esa fue  una lección bien aprendida
El movimiento estudiantil en todo tiempo y lugar posee una debilidad intrínseca e insuperable, representada por el carácter estrictamente temporal y transitorio de la condición misma de estudiante, la cual comienza y se agota inexorablemente en un cierto plazo.  Fue lo que nos ocurrió a los ochenteros y les seguirá pasando a todos quienes tomen esas banderas. Pienso que  nosotros  reflexionamos muy poco sobre esta obviedad, y algo semejante ocurre con las nuevas generaciones, las que se resisten a verse a sí mismas jugando roles distintos a la  de líderes estudiantiles, por ejemplo, en el campo de la política pura y dura.

En todos esos años de hierro, juro que nunca jamás oí mencionar a algún dirigente nada sobre lo que se proponía hacer para cuando volviera la democracia. Nunca supe de alguien que se propusiera ser ministro, parlamentario, seremi de   cualquier cosa o siquiera concejal. No había  espacio ninguno para los proyectos o aspiraciones personales, sobre la base de una especie de sub texto que mandaba que  nuestra lucha se coronaba con el fin del régimen militar. Lo que vendría después lo imaginábamos de manera difusa, y casi tendíamos a creer que ya no sería nuestro problema, sino el de otros, quizás de nuestros dirigentes políticos. Craso error.

Luego reconquistamos la democracia y empezó una transición marcada por el miedo y por el cálculo. La democracia reconquistada devoró a sus hijos y los sacó de escena, por necesidad de la propia lógica que llegó a imperar y que formó parte de un diseño en el cual el movimiento social salía sobrando. Y el movimiento estudiantil paso al olvido, hasta ahora.

De este período habría  mucho paño que contar. Muchos de nosotros juramos que lo dimos todo en la lucha anti dictatorial, pero no sería  en verdad para tanto, o no al menos como quisiéramos imaginarlo. Algunos logramos terminar la Universidad y nos reciclamos profesional y políticamente, y eso no fue poca cosa. En contraste, fueron muchos más los que quedaron en el camino y nunca llegaron a graduarse.  Eso sin contar los que en medio del proceso se radicalizaron y  decidieron “partir a la montaña”, perdiendo no solo sus estudios, sino además la vida.

La gran mayoría de los más importantes dirigentes estudiantiles de la  generación de los ochenta se  perdieron en la noche de los tiempos. Un conjunto de voluntades decidieron que esa generación se frustrara política y mayoritariamente. Que  pereciera aplastada entre la generación que la precedía y la que llegó en aviones a reclamar su lugar en la reconstrucción democrática.

Da para pensar toda esta historia mal contada. ¿No es cierto,  muchachas  y muchachos de la CONFECH?

El Mostrador

martes, 6 de diciembre de 2011

EN CHILE EL AGUA ES UN NEGOCIO INMORAL

Rodrigo Mundaca

El año 1981, durante la dictadura militar, se formuló el código de aguas, código que señaló a las aguas como un bien nacional de uso público, y en su primera derivada, también como un bien económico, dando origen al mercado de las aguas. A partir de la formulación del código de aguas, se le entrega al Estado la facultad de conceder derechos de aprovechamiento de aguas a privados, de forma gratuita y a perpetuidad, privados que pueden concurrir al mercado a vender, comprar o arrendar las aguas otorgadas por el Estado.

El código de aguas separó la propiedad del agua del dominio de la tierra, y la dicotomía actual se expresa en que existen propietarios de tierra sin agua, y viceversa, es decir propietarios de agua sin tierra.

El código de aguas también creo dos categorías de derechos de aprovechamiento de aguas, aguas consuntivas y aguas no consuntivas, la diferencia entre ambas categorías dice relación básicamente con la obligatoriedad de devolver o no devolver un caudal al río.

En Chile el 90% de los derechos de aprovechamiento de aguas consuntivos (no devuelven un caudal al río) se concentran en el sector agrícola y minero, y en el caso de los derechos de aprovechamiento de aguas no consuntivos (devuelven un caudal al río), más del 90% de estos derechos se concentran en manos del sector eléctrico.

Del mismo modo, o de forma complementaria a lo anterior, hay que señalar que la privatización de las empresas sanitarias, empresas responsables de la provisión de agua potable a la población Chilena, se inició durante el gobierno de Frei Ruiz Tagle, se continuó durante el gobierno de Lagos, y se consolida en el actual gobierno encabezado por Piñera, con la reciente venta de la participación pública en las empresas Aguas Andinas, Essval, Essbio y recientemente Essal. Hoy el Estado de Chile no garantiza el acceso de la población a un servicio básico, tomar agua.

El agua es el recurso estratégico más importante, más aún, del agua depende la vida de las personas, lo que en rigor no es una frase más, el 70% de la composición humana es agua, del agua dependen las funciones fisiológicas del cuerpo humano. Se puede vivir sin electricidad, sin embargo, nosotros, hombres y mujeres, no podemos vivir más de 7 días sin agua.

La privatización de las aguas en Chile ha provocado enormes inequidades, vastos sectores campesinos se han pauperizado debido a la falta de agua de riego, la presión sobre las cuencas hidrográficas es de tal magnitud, que hoy los ríos están para museo, empresarios inescrupulosos no conformes con las aguas concedidas por el Estado, drenan los ríos, construyen obras irregulares, agotan las napas freáticas, comprometiendo de forma severa e irreversible, no sólo la provisión de agua de riego, si no que además la provisión de agua de bebida.

Entre el año 1992 y el año 2010 se han presentado más de 60 iniciativas para reformar el código de aguas, algunas cosméticas, otras de fondo, sin embargo, las cosas continúan de mal en peor, para ser rigurosos, hay que señalar que el año 2005, se promulgo una iniciativa (la única) tendiente al pago de multas por no uso de derechos de aprovechamiento de aguas, lo que en un principio se consideró un avance, al cabo de un tiempo se transformó en una regresión, ya que la iniciativa en cuestión aumento la presión sobre la cuencas hidrográficas, y estimuló la concentración de derechos de agua.
Contextualizando, el año 2011 ha estado caracterizado por innumerables conflictos relacionados con el uso impropio de aguas. Desde la provincia de Petorca, V región, se ha visibilizado el conflicto de las aguas, el Movimiento de Defensa por el acceso al agua, la tierra y la protección del medio ambiente, MODATIMA, ha concurrido en tres ocasiones a la comisión de Derechos humanos de la cámara de diputados a denunciar los delitos de usurpación de aguas, delitos que incluyen a empresarios y políticos fuertemente conectados entre sí, en la cámara de diputados, el día 20 de abril, se realizó una sesión especial para tratar la usurpación de aguas, sesión que dentro de sus acuerdos decide la formación de una comisión investigadora sobre extracción ilegal de aguas y áridos en los ríos de Chile.

A la fecha la comisión investigadora ha celebrado 12 sesiones, una de ellas suspendida por falta de quórum, y otra, suspendida sin mayores explicaciones. Se ha citado en dos ocasiones al Director Nacional de la DGA, integrantes de la comisión investigadora han defendido a capa y espada a camaradas sindicados como usurpadores de agua, camaradas que incluso hoy son parlamentarios en ejercicio.

El ex ministro del interior Edmundo Pérez Yoma, ha sido citado a la comisión investigadora, comisión a la que no concurre, y excusándose a través de una misiva las emprende en contra de la organización que lo denuncia como usurpador de agua, tratándola de ser una organización de facto por la que siente lástima. Diputados integrantes de la comisión investigadora denuncian presiones indebidas, y a priori señalan que esta comisión no concluirá nada importante, manteniendo la impunidad en los ríos de Chile.

Ad portas, la comisión investigadora se constituirá en terreno el día 24 de noviembre del año 2011 en el epicentro nacional de los delitos de usurpación de aguas, es decir en la provincia de Petorca, las ciudadanas y ciudadanos se preparan para recibir a la comisión, los empresarios sindicados como usurpadores, y sus operadores en el congreso, y en el territorio, intentan desvirtuar la atención pública, las murallas de comunas como la Ligua y Cabildo denuncian a los usurpadores de agua, y hablan de políticos corruptos.

Los camiones aljibes suministran agua de bebida en todas las localidades de la provincia de Petorca, localidades interiores sufren con el rigor de la falta de agua, ciudadanas y ciudadanos hacen sus necesidades en bolsas plásticas, pequeños agricultores ven como se pierden sus siembras y plantaciones, en tanto los grandes empresarios represan aguas, compran litros por segundo, continúan desmontando cerros para plantar paltos, empresas consultoras avaladas por la Dirección General de Aguas, intentan consolidar el propósito de formar la comunidad de usuarios de aguas subterráneas, en un claro intento por blanquear los delitos de usurpación de aguas, las presiones suman y siguen, así como también las penas del infierno para quienes iniciaron la batalla del agua en la provincia de Petorca.

Al finalizar y apelando al sentido común ¿es posible continuar con la privatización de las aguas en Chile? Es posible que la autoridad señale que no puede fiscalizar los delitos de usurpación de aguas esgrimiendo como argumento la falta de personal? Es posible que un bien nacional de uso público, sea en Chile un bien de capital especulativo y lucrativo? Es posible que quienes ocupan hoy escaños en el congreso sean juez y parte en el conflicto de las aguas? Es decoroso que haya Chilenas y Chilenos haciendo sus necesidades en bolsas plásticas? Simplemente, Juzgue Usted.

Rodrigo Mundaca es Ingeniero Agrónomo

sábado, 3 de diciembre de 2011

Justicia comprueba participación de la CIA en el golpe de 1973


Ray David                                              Charles Horman                                       Pedro Espinoza

Una noticia que pasó casi de refilón, hasta en las páginas más rrrevolucionarias y alternativas de nuestro “periodismo ciudadano”, aparece como la real noticia de la semana, o de varias décadas de silencio y complicidad.  Por vez primera, un juez chileno se atreve a meter el dedo en una yaga, conocida pero silenciada: La directa participación de la CIA en la preparación y ejecución del golpe militar que en 1973 derrocó y asesinó al Presidente Salvador Allende. Ministro Zepeda procesó a ex jefe de la DINA por el asesinato del periodista norteamericano Charles Horman. Revuelo en Washington. El juez procesó por el homicidio de Horman y de otro estadounidense, el estudiante Frank Teruggi, al ex jefe de la DINA, el brigadier retirado Pedro Espinoza. Además procesó por este mismo hecho y pidió la extradición a Estados Unidos del ex agregado militar de ese país en Chile, el capitán Ray E. Davis.

Por Redacción de Clarinet


La vida y el trabajo del profesional inspiraron el exitoso libro "The Execution of Charles Horman", Desaparecido en español publicado por Thomas Hauser en 1978, y la película "Missing", del afamado director griego-estadounidense Costa Gavras. El actor principal fue Jack Lemmon quien fue candidato al Oscar por esta actuación.

El ministro en visita Jorge Zepeda procesó a un ex jefe de la DINA y pidió la extradición de un ex diplomático estadounidense por el crimen del periodista norteamericano Charles Horman ocurrido el 20 de septiembre de 1973.

El juez procesó por el homicidio de Horman y de otro estadounidense, el estudiante Frank Teruggi, al ex jefe de la DINA, el brigadier retirado Pedro Espinoza. Además procesó por este mismo hecho y pidió la extradición a Estados Unidos del ex agregado militar de ese país en Chile, el capitán Ray E. Davis..

El periodista nacido en Nueva York trabajaba en nuestro país desde 1972 y fue asesinado a los 31 años, el 18 de septiembre de 1973. Murió 48 horas después de recibir "asistencia" durante cinco días de militares estadounidenses vinculados con el golpe en Valparaíso y Viña del Mar, a quienes conoció casualmente en un hotel exclusivo. Capturado por una patrulla del ejército, fue ejecutado horas después de interrogado en el ministerio de Defensa y Estadio Nacional, según versiones de Human Rights.

El detonante de su arresto fue conocer casualmente con su amiga Terri Simón a militares y agentes norteamericanos involucrados en el golpe, intervención entonces sospechada y denunciada pero todavía no demostrada con pruebas concretas. Horman y su amiga alternaron con los norteamericanos al quedar atrapados en Viña del Mar, del 10 al 15 de septiembre, precisamente a causa del golpe.

La vida y el trabajo del periodista inspiraron el exitoso libro "The Execution of Charles Horman" («Desaparecido», en la versión castellana), publicado por Thomas Hauser en 1978, y la película "Missing", de Costa Gavras. Ambas obras también desnudan el encubrimiento y manipulación de militares y funcionarios de la embajada de EE.UU. involucrados en su arresto y asesinato y en la desaparición de otro norteamericano, Frank Terrugi, según testimonios de amigos y parientes.

El afamado actor Jack Lemmon personificó al padre que busca desesperadamente a su hijo en Chile. Incluso en la vida real, al padre de Charles Horman le fue permitido hablar unos pocos minutos por los altoparlantes en el Estadio Nacional por los militares que custodiaban a cerca de 20 mil presos en el principal recinto deportivo del país.

El padre pidió a los presos - en un muy mal español- según testigos, saber si conocían el paradero de su hijo de 31 años. Los presos sólo lo escucharon con atención y con emoción, según relataron personas que estuvieron detenidas en el Estadio Nacional. La escena fue mostrada en la película Missing que fue candidata al Oscar y fue grabada en México, porque la dictadura no permitió su filmación.

COMPLOT CIA-CHILE PARA ELIMINARLO

De acuerdo a la investigación judicial, Charles Edmund  Horman Lazar, periodista y cineasta, que trabajaba en Chilefilms, fue detenido a los 31 años cuando llegaba a su casa en la avenida Vicuña Mackenna el 17 de septiembre de 1973 días después del golpe de Estado.

Su esposa al regresar a casa constató que ésta había sido allanada y se habían llevado importantes documentos que eran parte de una investigación que desarrollaba sobre los vínculos de la CIA de ese país con los militares de Chile.

El Informe Rettig señala que "Charles Horman fue ingresado ese mismo día 17 al Estadio Nacional,  lugar en el que fue interrogado.  Su detención jamás fue reconocida por las autoridades. Semanas después, su familia logra saber que el afectado se hallaba muerto e inhumado en el Cementerio General". 

"Su cadáver había llegado al Instituto Medico Legal remitido por la Fiscalía Militar, señalando que se ignoraba el lugar de la muerte.  La data del deceso, según el certificado respectivo, es el 18 de Septiembre de 1973 a las 09:45 horas y la causa de la misma: heridas múltiples a bala"

VEA DETALLES DEL FALLO EN WWW.PODERJUDICIAL.CL

Senadora Allende Valora Procesamientos
por Homicidio de Charles Horman

La Senadora de Atacama, Isabel Allende, destacó el proceso iniciado por el ministro de la Corte de Apelaciones Jorge Zepeda, contra el brigadier (R) y miembro de la DINA, Pedro Espinoza Bravo y el oficial estadounidense Ray E. Davis, por el homicidio calificado de Charles Horman en 1973, como también de Frank Teruggi.

Horman y Teruggi eran periodistas y guionistas estadounidenses que se encontraban en Chile y fueron detenidos en 1973, y trasladados al Estadio Nacional, donde fueron fusilados.

La Senadora Allende declaró que "en primer lugar quiero manifestar mi solidaridad y apoyo con los familiares de Horman y Terggi, y en especial a Joan Horman, viuda desde muy joven y que ha realizado una lucha incansable porque se conozca la verdad de lo ocurrido. A ella vaya todo mi reconocimiento por su persistencia y valentía".

La parlamentaria enfatizó que “es relevante que continuemos avanzando en la búsqueda de la verdad y la aplicación de justicia para todos los casos que están pendientes. Este asesinato es muy emblemático del largo brazo que tenían los servicios de inteligencia de la dictadura militar, que no trepidaron en nada para detener arbitrariamente, torturar y finalmente asesinar a tantas víctimas inocentes, más allá incluso de nuestros propios compatriotas”.

El fallo indica que "la detención y muerte de Charles Horman se produce durante las operaciones secretas en contra de ciudadanos norteamericanos, y formó parte de la actividad de "inteligencia" del sujeto oficial comandante en grupo de la misión militar de los Estados Unidos, pues hay presunciones que luego de las operaciones encubiertas que cumplía en Chile en contra de Charles, deciden no anular la voluntad de los autores materiales de la muerte de éste no obstante teniendo la posibilidad de hacerlo", agrega el fallo.

El magistrado dijo que "se dictó la resolución que somete a proceso a dos personas por homicidios calificados, la resolución se basa en la colaboración que se ha tenido de parte del gobierno de Estados Unidos, del Departamento de Estado, el cual este año ha entregado algunos antecedentes especificados, como también esos documentos son antecedentes probatorios, en derecho interno norteamericano".

Para la Senadora Allende “a pesar de los más de 38 años que van desde el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, la justicia chilena da cuenta que estos crímenes no quedarán impunes y espero que el gobierno de EEUU colabore con la extradición del ex oficial norteamericano, que participó en la detención de Charles Horman. Es muy fuerte que un propio compatriota de Horman, como fue el Jefe del Grupo Militar de Estados Unidos en Chile, Ray E. David, haya contribuido a que finalmente fuera asesinado y eso merece nuestro completo repudio”.

Finalmente, Isabel Allende planteó que “para Chile es prioritario esclarecer cada una de las violaciones a los derechos humanos que se produjeron durante la dictadura militar y la justicia norteamericana debiera apoyar un caso tan emblemático como éste, el cual fue más conocido por la película de Costa Gavras “Missing” basada en este crimen. Con Gavras compartimos en varias ocasiones en Francia, durante el exilio, como igualmente cuando nos acompañó en el funeral de Estado del Presidente Salvador Allende, el 4 de septiembre de 1990".

"Las nuevas generaciones, tanto chilenas como norteamericanas, deben conocer estas dramáticas realidades que vivimos en nuestro país, y que involucraron a los servicios de inteligencia de ambas naciones”.