martes, 23 de diciembre de 2014

El efecto Pinochet – El impacto de la justicia transnacional


El efecto Pinochet – El impacto de la justicia transnacional from PARKAFILM.CC on Vimeo.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

"Allende. Crónica de una tragedia anunciada"

Punto Final, Nº817 – Desde el 14 al 27 de noviembre de 2014.
"Allende. Crónica de una tragedia anunciada"
A través de los artículos de “Punto Final”.
Aleida Guevara March destacó la vigencia de los artículos de “Punto Final” del periodo 1970-73.
En la Feria Internacional del Libro de Santiago se presentó la obra "Allende. Crónica de una tragedia anunciada" que contiene una recopilación de artículos de Punto Final del periodo 1970-73, y una entrevista a su director, Manuel Cabieses. Editado por Ocean Sur -que lo distribuye en América Latina- el libro, de 500 páginas, lleva un prólogo del periodista Juan Jorge Faundes, compilador de los artículos de PF quien a la vez entrevistó al director de la revista.(*)
En el lanzamiento del libro hablaron la doctora Aleida Guevara March, hija del Comandante Ernesto Che Guevara, y el economista chileno Rafael Agacino.
Entre los artículos que se incluyen hay editoriales de PF del periodo en que se gestó el golpe de Estado y notas de sus redactores de entonces, Mario Díaz, Augusto Olivares, Augusto Carmona, Jaime Faivovich, Carmen Correa, Pedro Vuskovic, Hernán Uribe, Nicolás García Moreno, René Balart, etc.
En la presentación del libro Aleida Guevara destacó la utilidad que tiene conocer la historia previa al golpe de Estado en Chile. “Constituye una enseñanza muy profunda -dijo- para los países que transitan el camino de profundas transformaciones sociales y políticas”.
La exposición de fondo estuvo a cargo de Rafael Agacino, que puso de relieve que en sus editoriales y artículos de 1970-73, PF “intenta interpretar la coyuntura política inmediata por la que va atravesando el país y, sobre todo, exponer las implicancias para la acción política que se deducen de esa interpretación”.
Más adelante expuso Agacino: “La línea de PF, siendo crítica del reformismo, es decir, del intento de transitar al socialismo por la vía del gradualismo y el consenso fundado en una alianza con un bloque patronal nacional opuesto a los monopolios y el imperialismo, alertaba sobre lo que era ya de suyo evidente: la férrea oposición y conspiración que las clases dominantes y el imperialismo desplegaban por todos lados”.
Luego del 29 de junio de 1973 (rebelión del Regimiento Blindado Nº 2), PF llamaba en su editorial a actuar de inmediato. “Diríase -comentó Agacino- que era el momento preciso para una contraofensiva popular que diera un mazazo al golpe y a los sediciosos... Pero ello requería movilización popular autónoma y una dirección política revolucionaria capaz de imponerse al reformismo interesado solo en mostrar que las instituciones burguesas funcionaban de acuerdo a la Constitución y las leyes, precisamente aquellas que los golpistas, incluyendo la dirección de la Democracia Cristiana, acababan de romper. Era uno de esos momentos cuando toda la realidad se vuelve política. Esos instantes estelares de la lucha de clases que pocas veces nos ofrece la Historia y que demandan acción y audacia. No sería así, y la iniciativa pasaría otra vez a manos del golpismo”.
Más adelante Rafael Agacino señaló: “Las clases dominantes y el imperialismo se jugaron por dar un golpe mortal al movimiento popular y de trabajadores, que por décadas había acumulado experiencia y desarrollado niveles de organización y conciencia que les había permitido lograr un gobierno y poner a la orden del día la posibilidad -aunque fuera en el discurso- de una sociedad socialista. La burguesía y el imperialismo no detuvieron la conspiración. Por el contrario, la aceleraron hasta sus últimas consecuencias... La clase dominante acumulaba el odio de clase necesario para lacerar, exterminar y hacer desaparecer los cuerpos de quienes se habían atrevido a levantarles la voz. Y en esos instantes, la Izquierda revolucionaria, tomada por sorpresa, se muestra incapaz de ir más allá de Allende, de contradecir su magnífico discurso desde La Moneda acosada, de superar la fuerza del reformismo y convocar a las masas a tomarse las calles, las fábricas, a combatir en defensa del proceso. Por esto y por todo lo anterior, el título del libro que comentamos no solo evoca una tragedia anunciada para Allende y su gobierno, sino una tragedia para el conjunto de los trabajadores y el movimiento popular, y a fin de cuentas, una tragedia para la misma sociedad chilena”.
ENTREVISTA AL DIRECTOR
La entrevista a Manuel Cabieses ocupa 37 páginas del libro.
Juan Jorge Faundes le pregunta:
A propósito de Colombia y Venezuela, ¿la vía armada, la guerrilla, el foco guerrillero están obsoletos, fuera de época, son una estrategia válida?
“Creo que está claro que en este momento no es la forma principal de lucha que tienen los pueblos; han ocurrido muchas cosas en el mundo en general, como la desaparición del mal llamado campo socialista. Y las experiencias en América Latina. Y la realidad actual: la vía armada no está a la orden del día como la forma principal de lucha. Pero de ahí a sostener que la guerrilla está obsoleta, que hay que olvidarse de eso...Yo creo que no hay que olvidarse para nada de eso; puede llegar el momento, y así ocurre en la Historia, ciclos, retrocesos, avances, que la vuelvan a poner a la orden del día. Naturalmente será en otras condiciones, en otras formas, dada la experiencia recogida.
Pero en el fondo de lo que tu planteas, de lo que preguntas, está latente más que la guerrilla, el factor armado; de si en un proyecto revolucionario sigue siendo válido el factor armado. Yo creo que sí. En Venezuela el factor armado es el apoyo de las fuerzas armadas, y se ha dado un paso más con la creación de las milicias, cosa muy importante. En Venezuela se concretiza esta idea en el ejército constituido, en las fuerzas armadas. En otros casos será de otra manera. Pero no tener en cuenta el factor armado es darle la espalda a la Historia, a la realidad del mundo en que vivimos. El factor armado -como el factor político, el factor ideológico, el factor organizativo- creo que es absolutamente indispensable en una estrategia revolucionaria, aunque tome distintas formas en distintos periodos históricos, en distintas situaciones nacionales”.
Pedro Fernández
(*) El libro está a la venta en la librería América Nuestra, Patio Bellavista, local 11. Desde provincias solicitar al correo contacto@oceansur.cl
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 817, 14 de noviembre, 2014)

martes, 9 de diciembre de 2014

Valoran decisión de Corte Suprema que prohíbe reemplazo de trabajadores en huelga

La diputada Denise Pascal (PS) celebró que la Corte Suprema resolviera que los trabajadores en huelga no pueden ser reemplazados con personal interno, a raíz del juicio por “prácticas antisindicales” entre el sindicato de la empresa Promolinks S.A. y su empleador.

La legisladora, integrante de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, valoró esta determinación del máximo tribunal, que en el marco de este litigio laboral, desechó la posibilidad de reemplazar a los trabajadores en huelga, destacando que “sin lugar a dudas, esta decisión deja un importante precedente para nuevos casos”.

A juicio de la diputada Pascal, esta decisión se da en una coyuntura “muy especial, a semanas de que el Gobierno envíe al Congreso Nacional el proyecto de ley de Reforma Laboral”, donde los diputados Socialistas defenderemos las reivindicaciones de los trabajadores, en particular, el fin al reemplazo en la huelga legal.

“Considero que los jueces de la Corte Suprema han tenido en consideración la escasa, por no decir nula efectividad que adquiere la huelga legal, cuando los empleadores proceden a reemplazar a los trabajadores que hacen uso legítimo de la paralización de actividades”, subrayó la diputada Pascal.

“Por lo tanto”, recalcó la parlamentaria, “la decisión de la Corte Suprema debe ser leída con mucha atención por los empresarios chilenos, para que en el futuro este tipo de situaciones entre trabajadores y empleador no llegue a un litigio laboral y tengan que ser los tribunales de justicia quienes resuelvan las diferencias”.