viernes, 26 de junio de 2009

HORTENCIA BUSSI, MEMORIA DE CHILE

por Fran Sevilla el 19 Jun 2009
http://blogs.rtve.es/fransevilla/2009/6/19/hortensia-bussi-memoria-chile

Es la muerte de parte de la memoria contemporánea de Chile, de su conciencia. Pero siempre nos quedará su dignidad como ejemplo, como vocación de vida. Y en esa voluntad vital, en esa apuesta por no permitir el olvido, la muerte sale derrotada, su victoria indefectible resulta pírrica. La pérdida de Hortensia Bussi tiene ese sabor amargo de lo ineluctable. Las calles de Santiago están hoy de luto. El invierno austral se ha adelantado unos días este año para helarnos un poco el corazón. Así estamos, así estoy, con el alma encogida. Hay gente, hay mujeres que nunca nos dejan indiferentes, que nos obligan a definirnos, que nos enseñan el camino del compromiso.Conocí a doña Hortensia, a Tencha, en pleno proceso de su desexilio (ese término, ese espacio, ese sentimiento acuñado y delimitado por Benedetti). Su regreso a Chile, con el gran traidor Augusto Pinochet todavía detentando el poder que usurpó a Salvador Allende, no fue fácil, pero fue tan digno que a uno se le saltaban las lágrimas. Compartí con ella, en Santiago y después en Madrid, jornadas emotivas, cargadas de sentimientos, de lecciones de vida, de reflexiones abrumadoras. Si hay algo que siempre admiré en ella fue esa capacidad, difícil de encontrar en los seres humanos, de rebelarse contra el olvido pero sabiendo siempre mantenerse a salvo de la tentación de la venganza.La muerte de Salvador Allende fue uno de los acontecimientos más trágicos de la historia de Chile y de América Latina. Hay pocas traiciones tan cobardes como la llevada a cabo por Pinochet, un general siniestro que ni siquiera fue capaz de mantener el juramento de lealtad que prestó ante el presidente constitucional de Chile. Por sus actos los conoceréis. Y a pesar del dolor, de la rabia, de la tristeza, doña Hortensia supo evitar que el odio le impidiera seguir comprometida con un futuro mejor para su país.Por suerte, el tiempo coloca a cada cual en su lugar. Con el paso de los años la Historia empieza a hacer justicia. Pinochet ha quedado retratado como un vulgar salteador del poder, un felón, un acomplejado y sanguinario general, un ladrón, un miserable. Salvador Allende es el presidente que no aceptó rendirse ante la traición y la injusticia, enarbolando con su inmolación lo mejor de la tradición cívica de los chilenos. Y doña Hortensia es el horizonte construido recomponiendo las piezas rotas del alma. Pinochet será siempre un borrón en la historia de chilena. Salvador Allende y Hortensia Bussi son la dignidad inquebrantable de Chile. Seguro que a estas horas Salvador y Tencha se han reencontrado en las grandes alamedas de un paraíso que acoge a las mujeres y los hombres libres. Brindo por ellos.

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